Duró solo seis meses en la Fiscalía de la Nación por sus nexos con Los Cuellos Blancos. (Perú21)
Duró solo seis meses en la Fiscalía de la Nación por sus nexos con Los Cuellos Blancos. (Perú21)

En la mañana del pasado 5 de enero, el entonces fiscal de la Nación, , citó a su personal de confianza a la sede del Ministerio Público de la avenida Abancay. Fue una convocatoria inusual, pues era sábado. Aunque el motivo era obvio: el allanamiento que había tenido lugar días antes en la oficina de su asesor Juan Manuel Duarte, en el piso 9.

La intención del fiscal con esa diligencia fue incautar documentos que confirmaran el vínculo que existía entre Chávarry y Fuerza Popular, agrupación política que está siendo investigada por el equipo especial del caso Lava Jato. Su hipótesis era que ese partido “había capturado” al Ministerio Público para evitar a la justicia.

La noche del viernes, la asesora Rosa María Venegas recibió la llamada telefónica del secretario general de la Fiscalía, Aldo León, quien le había consultado si estaba enterada de la intervención que encabezó el fiscal José Domingo Pérez. Ella, que ese día sufría de un dolor de cabeza, respondió que sí. Pero no fue advertida de lo que sucedería al día siguiente.

Ya el sábado, los convocados acudieron al edificio, como lo había ordenado Chávarry. Y fue ahí que el ex titular del Ministerio Público contó las intenciones que tenía: que se ingresara a las oficinas lacradas para retirar documentación, que en realidad eran las pruebas contra él.

Esto fue lo que contó Venegas. Primero, ante el área de Enriquecimiento Ilícito y Denuncias Constitucionales de la Fiscalía de la Nación y luego ante el fiscal Reynaldo Abia. Esto último ocurrió ayer.

Según conoció Perú21, en los interrogatorios, Rosa Venegas ya no mostraba esa actitud prepotente que exhibió ante la prensa cuando aseguraba que había ingresado a las oficinas para retirar “cosas íntimas”.

De hecho, les dijo a los fiscales –con visible consternación y entre lágrimas– que colaboraría con las investigaciones.

Contó que Pedro Chávarry le pidió que ingresara a la oficina de Duarte, aunque ella le replicó que lo hiciera él mismo. El ahora fiscal supremo le manifestó que no podía hacerlo –detalló la ex asesora– para evitar los comentarios en los medios de comunicación.

Venegas también reveló que Manuel Duarte la llamó por teléfono en ese instante y le dijo: “Sácate todo lo que puedas”. Duarte no se encontraba en el lugar, pero –de acuerdo a la versión de la investigada– estaba enterado de lo que se planeaba hacer.

Cuando este diario le consultó sobre esta revelación, Duarte lo negó. “Yo no estaba presente, no sabía nada de lo que estaba pasando”, se excusó. Rechazó también que haya hecho alguna llamada telefónica a Venegas.

Lo que demuestra este testimonio es que la presencia de Chávarry en el piso 9 no fue “una coincidencia”, como él aducía, sino una maniobra orquestada por él mismo.