Persiste en no colaborar con la justicia. Desde la clandestinidad, el exsecretario presidencial Bruno Pacheco reapareció ayer en la audiencia virtual en la que se evaluó la apelación de prisión preventiva de 36 meses en su contra.
En la investigación también están comprendidos los prófugos Fray Vásquez Castillo y Gian Marco Castillo, sobrinos del presidente Pedro Castillo, que están sindicados de presunto tráfico de influencias y colusión, en el marco del caso Puente Tarata.
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“Me siento muy sorprendido que me hayan involucrado en este tema del Puente Tarata. Yo fui un secretario general, nada tengo que ver con el Ministerio de Transportes”, dijo Pacheco, que se conectó a la audiencia a través de un celular que era mostrado por su abogada Giuliana Quiñones. Una artimaña que ya había utilizado en otra oportunidad junto a su entonces abogado William Paco.
Precisamente, el juez Bonifacio Meneses Gonzáles llamó la atención al exbrazo derecho de Pedro Castillo por no ingresar a la audiencia a través del enlace electrónico que se envía a los implicados del caso. “Comenzamos mal, señor Pacheco”, cuestionó el magistrado.
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Juez dejó la causa al voto
A pesar de estar no habido desde el 28 de marzo, Pacheco señaló que tiene arraigo domiciliario y familiar. Quiñones solicitó que se revierta la prisión preventiva y se dicte comparecencia con restricciones.
En la diligencia también participó el empresario Zamir Villaverde, quien ratificó que alquiló vehículos a Fray Vásquez, pero negó que haya ofrecido obras en los ministerios de Vivienda y Transportes. Finalmente, la sala anunció que notificará a las partes su decisión en el plazo de ley.