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Gobierno de Pedro Castillo llega a los 60 días de gestión sin un rumbo claro
Entre el desgobierno y mucha improvisación, el presidente Pedro Castillo cumple los 60 días en el poder. Y desde esa mañana del 28 de julio –cuando dirigió su primer discurso a la Nación– hasta ahora, hay muchos más puntos flacos que temas positivos, lo que evidencia que, hasta ahora, no se ha tomado un buen rumbo.
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Entre el desgobierno y mucha improvisación, el presidente Pedro Castillo cumple los 60 días en el poder. Y desde esa mañana del 28 de julio –cuando dirigió su primer discurso a la Nación– hasta ahora, hay muchos más puntos flacos que temas positivos, lo que evidencia que, hasta ahora, no se ha tomado un buen rumbo.
Por el contrario, a nivel político, el factor más resaltante es la falta de liderazgo de Castillo, en un gobierno en el que además hay muchas voces contradictorias entre sí; empezando por la del propio presidente, su jefe de Gabinete, los ministros y el partido oficialista. Un claro ejemplo es la desautorización pública del premier Bellido a la Cancillería por el dictador Nicolás Maduro.
“Creo que Castillo no se ha enterado que es presidente del Perú. No está gobernando. Alguien tendría que decirle que él es el presidente del país”, dijo Luis Benavente, director ejecutivo de Vox Populi, a Perú21.
Benavente también hizo referencia a cómo el mandatario viene evadiendo a la prensa sistemáticamente desde que asumió su gestión y, por ende, a la ciudadanía. Además, a la persistencia de mantener en el cargo a ministros gravemente cuestionados –como Iber Maraví, con innumerables vínculos con Sendero Luminoso– y otras designaciones que no cumplen ni siquiera con el perfil básico para el cargo. “No ha hecho que esos funcionarios den un paso al costado, lo cual sería usual en cualquier democracia del mundo”, subrayó.
“Es notoria la falta de liderazgo. Pero el problema principal es que es un gobierno sin rumbo, que es mucho más grave”, destacó, por su parte, el excongresista Richard Arce.
A ello se suma, refirió, “una clara intromisión en el poder por parte de Vladimir Cerrón”. “Esa pretensión hace que el gobierno de Castillo proyecte una imagen endeble y debilite incluso su autoridad, porque se nota un Gabinete fraccionado. No hay una línea clara de gobierno respecto a temas sensibles”, añadió.
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El economista Diego Macera mencionó que lo más preocupante sigue siendo “la falta de claridad sobre el empuje desde el gobierno de una Asamblea Constituyente”. “Esa es la gran espada de Damocles sobre todo el sistema político y económico. No vamos a lograr certidumbre mientras no resolvamos esa cuestión de fondo”, indicó.
También mencionó los nombramientos inadecuados en puestos claves para el funcionamiento económico –como el de Julián Palacín en Indecopi– y “la falta de visión sobre la importancia de la inversión privada”.
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