Redacción PERÚ21

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La congresista no agrupada (ex Fuerza Popular) hizo una grave denuncia durante su intervención en el debate sobre la suspensión por 120 días sin goce de haber del fujimorista acusado de tocamientos indebidos a una aeromoza.

contó que la primera vez que llegó al Congreso (julio 2016) se detuvo a saludar a dos congresistas. “Uno de ellos me dice: qué bueno que haya gente como usted acá para que nos alegre el panorama”, mencionó.

“Yo en ese momento no sabía cómo reaccionar porque para ese congresista él estaba dando un gran cumplido, pero en realidad era una ofensa porque en realidad acá nadie viene a alegrarle la vista o el panorama a nadie, acá uno viene a trabajar de igual a igual”, agregó.

Pero la  relató un segundo incidente que, dijo, ocurrió durante una reunión. “Un día estoy en una reunión con colegas, y yo estaba sentada dando la espalda y viene este colega (...) y me hace una suerte de masaje asqueroso en el cuello –no está acá el colega, hace un rato estaba– ese masaje asqueroso hasta el día de hoy lo tengo en la mente cada vez que lo recuerdo porque me generó repulsa, asco, vómito, y eso es cosa del día a día”, dijo.

Acto seguido, contó giró y le metió un codazo. “El tipo cual ladrón al descubierto me empezó hablar, a atolondrar, decir incoherencias. No fue un primera vez, lo intentó hacer una segunda vez en otra reunión y luego yo hablé con el vocero que me representaba en ese momento y le pedí que hablara con ese tipo, porque para mí es un tipejo, no merece llamarse congresista”, subrayó.

Finalmente, la también acusó que las trabajadoras del Parlamento sufren acoso. “Acá las asesoras la pasan mal, las asistentes la pasan mal, porque siempre aprovechan cuando una mujer está de espalda, ahí hacen el barrido con la mirada”, acotó.