La campaña para que el PPC defina a su candidato a la Alcaldía de Lima de cara a los comicios de octubre se calienta, debido a las pugnas internas. Pablo Secada, quien enfrenta duras críticas por las denuncias de violencia familiar en su contra, emplazó al presidente de su partido, Raúl Castro, a que guarde la neutralidad del caso, dado el cargo que ostenta.
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Más temprano, Castro Stagnaro pidió que Secada sea sometido a la comisión de ética y disciplina del PPC, y adelantó que, de comprobarse las acusaciones en su contra, no tendrá opciones de tentar la alcaldía de Lima por su partido.
"Sería bueno que el presidente del partido tenga una posición neutral, porque no me parece que la esté teniendo. Él me dijo que sería neutral en esta campaña interna, pero no lo está siendo", dijo Secada en radio Exitosa.
"Sus declaraciones sobre mi precandidatura no se comparan a los comentarios que hace sobre la otra opción (la que encabeza el alcalde de Pueblo Libre, Rafael Santos)", agregó el actual regidor metropolitano, dejando entrever un favoritismo de Castro hacia el otro precandidato del partido.
Secada subrayó que ninguno de los dirigentes y militantes del PPC que lo apoyan, entre ellos la lideresa del PPC, Lourdes Flores, le ha retirado su confianza, por lo que descartó declinará sus pretensiones de gobernar Lima.
El regidor reiteró que su pareja, Claudia Cueva Navarrete, aclaró en dos programas de televisión que él nunca la golpeó. Anotó que los problemas que tuvieron se dieron porque no se conocieron bien antes de vivir juntos y tener un hijo.