La fujimorista Tamar Arimborgo –desde la región Iquitos– intentó explicar ante la prensa por qué en su proyecto de ley se señala que el denominado “enfoque de género” produce sida y cáncer. “Han buscado distraer el espíritu de la norma”, dijo.
“En la fundamentación del proyecto de ley hago mención a un artículo del Colegio Americano de Pediatría, referente a cuando se usan ‘bloqueadores de la pubertad’ en los niños y niñas”, señaló.
Indicó que dicho organismo avala que, en pleno siglo XXI, “en el caso de los niños, si quieren ser niñas, se les empiece a poner la hormona de la testosterona” para evitar que eso suceda.
La testosterona es la hormona sexual masculina segregada en los testículos. De esta depende el crecimiento del vello facial, púbico y corporal; así como de los músculos y de la producción de espermatozoides.
Pero, ¿qué es el Colegio Americano de Pediatría? La entidad a la que hizo mención la congresista de Fuerza Popular (FP) es un grupo conservador –cuya abreviatura es ACPeds (American College of Pediatricians)– que apoya a la familia “tradicional” con la base padre-madre y que se fundó en Estados Unidos en el año 2002.
El ACPeds, desde su creación, ha utilizado estudios de manera errónea para “sanar” a los adolescentes homosexuales. Por ejemplo, respaldan “terapias” que van desde procedimientos quirúrgicos o terapéuticos.
Dichos métodos, como el que mencionó Arimborgo, han sido cuestionados por la Organización Mundial de la Salud. Esta entidad internacional señala que la orientación sexual no es un desorden mental y que las “terapias” -como las que aplica el ACPeds- no tienen ninguna justificación médica y amenazan el bienestar de las personas.
Finalmente, este grupo conservador considera que la tasa de suicidio es más altas en las personas que usan hormonas del sexo opuesto o se han sometido a cirugía de reasignación de sexo. Y eso lo afirma el ACPeds sin un sustento científico.