[Opinión] Andrés Chaves: La otra pandemia

La semana pasada me dio COVID. Más allá de la frustración de contagiarme en la recta final, todo parece indicar que voy a superar la enfermedad luego de unos cuantos episodios de fiebre y dolores de cabeza. Incluso con esta forma de contagio leve, es innegable la carga psicológica que tiene la enfermedad en el paciente y su círculo social más cercano.

Expertos de todo el mundo vienen advirtiendo de una crisis de salud mental sin precedentes causada por el COVID-19, tanto así que algunos incluso la han llamado la próxima pandemia. Globalmente, miles de comunidades han tenido que lidiar con el aislamiento social, incertidumbre económica y ni qué decir del altísimo costo en salud que nos ha pasado el virus.

En Perú, nos estamos enfrentando al costo per cápita en vidas más alto del mundo y una gran incertidumbre política que se estirará hasta los próximos días. Indistintamente del resultado (que se definirá hasta el último voto contado), la mitad de la población tendrá una profunda decepción, lo que mellará aún más en nuestra ya golpeada salud mental.

Además, somos un país que nunca ha sido muy dispuesto a la hora de pedir ayuda psicológica, ya sea por una infraestructura inadecuada o por estigmas sociales. Incluso antes de la pandemia, ocho de cada diez personas con un trastorno mental o necesitados de atención no recibían el tratamiento adecuado y oportuno, de acuerdo con datos de la Defensoría del Pueblo.

Poco a poco, empezaremos a ver, cada vez más cerca, el final de esta pandemia. Pero sus estragos seguirán con nosotros por largo tiempo, sobre todo en nuestra salud mental. Es tarea de todos ser asertivos, empáticos y proactivos en el tratamiento de nuestra mente y la de nuestros familiares y amigos.