En vísperas de las elecciones regionales y municipales, un cuestionado funcionario asume la jefatura de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
Se trata del abogado Guido Roa Ojeda, quien fue investigado en seis oportunidades por omisión de funciones, estafa, fraude, apropiación ilícita de bienes, falsa declaración, falsedad ideológica, falsedad genérica y hasta extracción prohibida de flora y fauna.
Esas pesquisas fueron archivadas entre 2005 y 2014 en el Ministerio Público. Pero hay otras dos investigaciones pendientes: en la 8 Fiscalía Provincial en lo Penal de Lima, por captación ilícita de recursos en agravio del Estado; y en la Fiscalía de San Juan de Lurigancho, por delitos contra el orden financiero.
Rápido ascenso
Toda la experiencia de Guido Roa en materia electoral se reduce a seis semanas: ingresó a la ONPE como secretario general el 11 de junio pasado; cuatro semanas después, el 5 de julio, fue designado como encargado de la Gerencia General; y ahora, tras la suspensión de Adolfo Castillo, a Roa le corresponde ser la máxima autoridad de la ONPE.
Anteriormente, Guido Roa ya ha estado cerca del poder. Del 29 de diciembre de 2005 hasta julio de 2006, fue secretario general del Ministerio de Vivienda, bajo la orden del entonces ministro Rudecindo Vega. Luego, en abril de 2017, cuando Vega era presidente de Sedapal, volvió a ‘jalarse’ a Roa como gerente de Asuntos Legales y Regulación.
Entre 2008 y 2016, Roa fue denunciado por los delitos mencionados.
“En medio de un terremoto institucional, político y judicial, tener una persona con acusaciones de esta naturaleza no es lo mejor para la ONPE ni para la democracia”, comentó Fernando Tuesta.
La ONPE respondió a través de un correo que las denuncias en contra de Roa fueron archivadas “porque nunca se encontraron pruebas”. Roa indicó que no tiene conocimiento sobre otros procesos.