Natale Amprimo Plá: "Premier Zavala hizo movida innecesaria" (MarioZapata/Perú21)
Natale Amprimo Plá: "Premier Zavala hizo movida innecesaria" (MarioZapata/Perú21)

Momento pico de tensión. La intención del fujimorismo de querer censurar a la ministra de Educación, , ocasionó la reacción del Ejecutivo, que presentó un pedido de cuestión de confianza. Al cierre de esta edición, todo el gabinete estaba en riesgo de caer. El abogado constitucionalista Natale Amprimo analiza el tema.

Usted dijo que el pedido de confianza del gabinete era improcedente. ¿Por qué?
Porque lo que estaba buscando el primer ministro con este pedido era blindar a la ministra de Educación y evitar la censura. La cuestión de confianza no es un mecanismo para paralizar la censura a un ministro determinado. De acuerdo con la Constitución, cada ministro es responsable de los asuntos que competen a su cartera, eso está en el artículo 119. En el artículo 128, la Constitución dice que los ministros son individualmente responsables por su actos. La cuestión de confianza está prevista para impulsar algún tipo de política general del Gobierno o alguna medida que el Ejecutivo requiera para llevar adelante la gestión. No está prevista para impedir una censura o para impedir que el Congreso ejerza un control político.

Zavala ha señalado que la intención de censurar a Martens va en contra de la reforma educativa que impulsa el Gobierno.
El pedido que hizo el ministro Zavala sostiene que la cuestión de confianza se formula para que no se debilite la reforma de la educación y la evaluación de los docentes, pero eso ocurriría si es que el Congreso hubiera dado una ley o si existiera la posibilidad de la aprobación de una ley que plantee la eliminación de la evaluación o algún tipo de reforma de una política educativa, pero eso no existe en el Congreso. La reforma de la educación no depende de que tal o cual ministra esté en el cargo. Es poco institucional considerar que un tema tan importante depende de la presencia de un nombre u otro.

Eso desde la óptica constitucional, ¿pero desde la óptica política cuál es su lectura sobre esta situación?
Desde la óptica política, el Ejecutivo, el Gobierno, lamentablemente ha perdido 40 puntos de aceptación. Eso tiene que merecer una lectura por parte del señor presidente de la República. Esa lectura debe ser: “Oye, si yo tengo ese nivel de aceptación, lo que debo promover es un refrescamiento para evitar una situación de crisis”. Porque lo que hace el Congreso es control político, no califica a la ministra como que ha cometido una ilicitud. Entonces, si la ministra ha pasado por una huelga dramática, yo no creo que haya alguien que diga que el manejo en ese escenario fue positivo. Eso demostraría ceguera.

¿Cree que, por el bajo nivel de aprobación popular que tenía en las encuestas, Martens debió renunciar?
Si la ministra está con menos de 20% de aceptación, ¿por qué esperamos que el Congreso ingrese a la posibilidad de censurarla cuando lo que tendría que haber es una mejor reacción política más rápida por parte del Ejecutivo, del presidente, del primer ministro? Los cargos políticos no se sostienen en la amistad, en que es una buena persona. No, se adoptan decisiones en función de la necesidad del país.

¿El “refrescamiento” del Gabinete del que habla también pasaba por cambiar al primer ministro?
Para mí hace un buen tiempo que debió haber un refrescamiento del gabinete, incluyendo al señor Zavala. Si soy el presidente de la República y mi aceptación baja mes a mes, de diez puntos en diez puntos, oye, hagamos un cambio, no porque el señor Zavala sea una mala persona o sea corrupto, sino porque políticamente me conviene cambiarlo para evitar tener que pasar por una situación de mayor confrontación y enfrentamiento.

¿Y qué opina de la pertinencia de presentar ahora una moción de censura a la ministra de Educación?
Yo no hubiera promovido en este momento la moción de censura contra la ministra Marilú Martens porque creo que es colocar en una bandeja de plata su cabeza a los radicales.

Volviendo al ámbito constitucional, decía que era improcedente el pedido de cuestión de confianza, pero aún así el Congreso aceptó el pedido y recibió al premier.
Es que la presencia del premier no depende del Congreso. El Consejo de Ministros o los ministros pueden concurrir a las sesiones del Congreso y participar en los debates. Sinceramente, creo que lo que ha hecho el primer ministro, más que una movida constitucional, es de corte político, de imagen frente a la población.

¿Qué sucederá ahora con Martens?
El Congreso le puede dar la cuestión de confianza y censurar a la ministra acto seguido. Lo que no ocurre es que este pedido de confianza cercena, limita o paraliza la censura que plantearían contra la ministra Marilú Martens, porque si no, imagínese, tendríamos un Congreso en el cual no se puede ejercer control político. Y a los congresistas, a diferencia de los ministros, los ha colocado el pueblo, no el dedo. A mí me parece que el primer ministro ha hecho una movida arriesgada, innecesaria porque debieron refrescar su gabinete antes.

Autoficha:

“Soy abogado constitucionalista de la Universidad de Lima. He sido congresista en el periodo 2001-2006 y fui vicepresidente del Congreso. Además, presidí la Comisión de Constitución. Enseño en la Facultad de Derecho de la Universidad de Lima desde el año 1991”.

“Yo no entiendo cómo el presidente de la República, en el homenaje a los miembros del GEIN, le hace un guiño al fujimorismo y al día siguiente el primer ministro pide una cuestión de confianza. Ahí hay algo que no funciona, un corto circuito”.

“Si usted revisa el artículo 133 de la Constitución del Perú, este distingue claramente entre lo que es la cuestión de confianza, lo que es la censura, lo que es la renuncia y lo que es la remoción. Son figuras totalmente diferentes que se aplican en situaciones distintas”.

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