¿Cuál es su balance de la gestión legislativa?

A ver, yo creo que, a pesar del descrédito que es cierto y que tiene este Congreso —y no voy a decir que todos los Congresos del mundo, porque eso también es cierto—, ha habido algunos resultados interesantes. Eso a pesar de los ‘mochasueldos’, los ‘Niños’ y las investigaciones. El resultado más interesante, aunque viene desde el periodo anterior, es el poder nombrar a los magistrados del Tribunal Constitucional. El otro, que también se gestó antes, es el nombramiento de los miembros de directorio del Banco Central de Reserva. Poca gente sabe que lo que hicimos fue decirle al señor Julio Velarde ‘propónganos usted sus candidatos’. Y en eso inclusive, debo reconocerlo, el mismo partido Perú Libre aceptó. El nombramiento del defensor del Pueblo a mí me parece un logro también, aunque muchos lo han cuestionado, porque creo que no podíamos tener interinos. Y personalmente creo que hay una serie de normas del sector para las pymes que me interesan mucho y han podido salir. En el tema constitucional, yo sí siento un sinsabor por el tema de la bicameralidad. Nos quedamos por un voto.

¿Faltó una negociación más efectiva con la izquierda?

Tuvimos una negociación muy larga. Creo que un sector de la izquierda, cuando ve a alguien del fujimorismo sustentar algo, cree que el tema es fujimorista y entonces debe oponerse. El proyecto de la bicameralidad no era de Fuerza Popular. Fue presentado por congresistas de Acción Popular e inclusive algunos de izquierda. Nosotros trabajamos el proyecto. Y, bueno, se pierde por un voto. Yo he conversado y me he dado cuenta de que había congresistas que no habían leído el proyecto. Dicen ‘hemos sido sorprendidos, faltó conversar’. A ver, este proyecto estaba hace un año. Y las pocas modificaciones se las mostré a todos. Les llevé hasta un cuadro sinóptico de los cambios. Yo creo que lo que faltó es apertura y darse cuenta de que no era un proyecto del fujimorismo. La mayoría de los constitucionalistas, si no el 99%, estaban a favor de la bicameralidad. Y dentro de ellos la mayoría dice que debe haber reelección. La no reelección es un error y es una trampa de Vizcarra para que no exista clase política.

"Además de Keiko, Fuerza Popular dará otros presidentes al Perú” afirma Nano Guerra García

¿Esta legislatura ha pretendido desmontar la superestructura vizcarrista? Bicameralidad, TC y hasta la exfiscal de la Nación.

Yo creo que sí. Es decir, cuando uno entra a legislar, tiene un objetivo político. Nosotros lo tuvimos. Y no solamente en Fuerza Popular, sino también con el bloque democrático. Y nos planteamos una agenda para corregir estos errores. Hay que recordar que este Congreso entra con la amenaza de la izquierda radical de Pedro Castillo. Entonces nos propusimos varias cosas y se han logrado sacar en conjunto. Dicen que esto es desmontar las reformas de Vizcarra. A ver. Vizcarra no hizo reformas. Vizcarra lo que hizo fue tratar de armar las cosas a su modo. Para mí, la última gran reforma que se ha hecho en nuestro país es la que hizo Alberto Fujimori. Después, ni siquiera ha habido intentos de contrarreforma, porque a los gobiernos que vinieron les convenía el modelo constitucional y económico del presidente Fujimori. Pero sí, obviamente ha habido proyectos que buscan restablecer las cosas al orden normal. Y creo que seguirá habiendo. He leído en un periódico local que dice que estamos en una dictadura congresal. Pero restablecer las cosas a su equilibrio no es darle más poder al Congreso, es volver al equilibrio de poderes. Quien usó irresponsablemente la disolución del Congreso y pervirtió este mecanismo, que era como un arma nuclear, fue Vizcarra. Y lo hizo encima de manera tramposa. Entonces sí hubo una agenda que ha buscado volver las cosas a su normalidad. Y desde mi juicio es correcto.

La denegación fáctica de Vizcarra le abrió la puerta a Aníbal Torres y su plan para cerrar el Congreso.

Vizcarra dice que hay una dictadura parlamentaria. Es chistoso. No puede haber una dictadura parlamentaria. Para que haya una dictadura tiene que haber acuerdo de bloques. Un dictador normalmente gobierna solo. 130 congresistas no pueden establecer una dictadura porque todos piensan diferente. Y en buena hora que se piense diferente. Decir eso es muy peligroso. Esa es la vena dictatorial de Vizcarra. El Congreso, con todas las fallas que tiene, es la representación democrática de la pluralidad. Por eso no es rápido. Por eso tiene brotes de gente equivocada y corrupción, porque es plural.

Es irónico que el ingeniero Vizcarra recuerde tanto al ingeniero Fujimori. Tienen un ánimo antipartidario y anti-Congreso.

Vizcarra no tiene ni un gramo, ni un átomo de Fujimori. No le llega ni al dedo meñique. Vizcarra es una anécdota en la historia del país y así terminará. Si es que no termina además con otras responsabilidades, como por ejemplo las del COVID. Cuando Vizcarra disuelve el Congreso, él no tiene un plan de hacer reformas. Él tiene un plan de ver cómo logra un período para seguir su pillaje. Cuando Fujimori hace la disolución del Congreso —un gesto que no fue constitucional, es cierto—, lo hace en una encrucijada de la nación. Él tomó una decisión e identificó quién era el enemigo. El enemigo era la subversión. Hay momentos en la historia en que tienes que tener claro quién es tu enemigo.

Un Congreso desprestigiado, una marcha con elementos subversivos infiltrados. Se puede repetir el escenario.

Yo creo que sí, obviamente. Se ha sido muy permisivo con indultos, normas y miradas sobre el lenguaje subversivo. Cuando decimos la Toma de Lima, ¿cómo que toma? ¿Cómo vamos a dejar que se tome nuestra ciudad? La ciudad de todos los peruanos, porque es una ciudad de emprendedores. No es una ciudad de limeños. Yo soy hijo de provinciano y tengo 100% sangre provinciana. Por eso hay que decirle a la presidenta que gobierne. Cuando el presidente Kennedy asumió, el presidente Truman lo llamó a un costado y le dijo ‘jovencito, déjese usted de hacer política y empiece a gobernar’. Eso es lo que yo le diría: empiece a gobernar. Yo no veo gobierno. Hay algunos técnicos interesantes, pero tomar decisiones también es gerenciar. Si El Niño no se enfrenta de manera adecuada, vamos a tener serios problemas como país. Y la responsabilidad es de la presidenta y su gabinete. Mucha prensa se quedó en la anécdota acerca de si Keiko se lanza o no. Lo que ella ha hecho es señalar los problemas como líder, cosa que no han hecho otros partidos. Compara cómo Alberto Fujimori enfrentó El Niño, el terrorismo y la inflación con 20 veces menos presupuesto.

Pongámosles nombre a esos líderes. Chiabra, De Soto, Añaños…

Yo conozco a los Añaños, tengo admiración y respeto por ellos. Además, he trabajado para ellos. Me parecería que podría ser una persona interesante. Pero veamos sus propuestas. Que los partidos saquen a sus líderes y lancen sus propuestas. Pero acá hay un fastidio, porque hay un partido que tiene una líder que dice cosas y tiene la capacidad para hacerlo. Keiko puede ser candidata. Y, si hay alguien con capacidad igual, de repente puede haber una competencia interna. Algunos ven el vaso medio vacío: una candidata que ha llegado tres veces y no le gana a un panetón. Si tu equipo de fútbol llega tres veces a la final con un buen entrenador, ¿lo cambias? Keiko tiene edad suficiente hasta para decir ‘no postulo’ y luego postular en 10 años. Y aún sería más joven que los otros candidatos. Además, Keiko ha aprendido de la prisión y de la derrota. La derrota enseña. Hubert Lanssiers decía que de las prisiones se sale o mejor o peor.

¿La prisión no distorsiona el proceso? Ella necesita una defensa política. ¿Si le ofrecieran una tregua judicial por el bien del país? ¿O hay una vocación real?

Keiko tiene una vocación real. Ella siempre dice ‘mi legado será la construcción de un partido’. Y eso es lo que no le perdonan: que haya podido construir un partido político fuerte. El partido político más organizado, con la bancada más organizada y los mejores cuadros. Ella con eso se siente contenta. Dice ‘si no llego a ser presidenta, llegaré a construir un partido que dará más presidentes al Perú’. Y yo creo que Fuerza Popular dará, además de Keiko, otros presidentes al Perú. Tengo una admiración enorme por Martha Moyano, quien fue de izquierda como yo. Miki Torres, extraordinario cuadro. Lucho Galarreta, una historia de resiliencia. Ahí tienes tres candidatos.

¿Y ‘Nano’ Guerra García? Ya fue candidato presidencial cuando se enfrentaba a Keiko Fujimori.

Sí, ahí están los tuits. No lo he negado. Yo trabajé en el gobierno de Alberto Fujimori en El Peruano. Luego me aparté, sentí una decepción. Y me acerco a la política por la Comisión de Constitución y para ayudar a las pymes. Espero poder luego regresar a mi tema de emprendedores.

¿La Mesa Directiva sí le parece interesante? A usted y a Patricia Juárez.

No, tampoco. Yo creo que Patricia Juárez lo haría extraordinariamente. Yo estaré donde el partido me diga. Si me preguntas qué quisiera, yo quisiera tiempo para el tema de las pymes y para ayudar a construir más el partido. Yo no quiero estar en la Mesa Directiva, pero soy un militante disciplinado. Si me dices que lo tendría que asumir… Un militante lo único que tiene que tener, además de disciplina, es el agradecimiento de que el partido te ponga donde tienes que estar.

¿El fujimorismo podría conversar con la izquierda para armar una lista para la Mesa Directiva? La congresista Silvana Robles renunció a Perú Libre porque no acepta una “unión contra natura con el fujimorismo”.

Sí. Yo no sé por qué ella suelta eso. A ver, yo creo que, por cómo están los votos, hay que abrir más la Mesa. Sobre todo por la salida de mucha gente de bancadas y la conformación de nuevas bancadas. En esta distorsión hay que abrirse. Y en muchos casos el fujimorismo ha cedido. Hay que ser capaz de renunciar, de abrirte a otros. Eso no está descartado. Además, en esas bancadas hay gente interesante. Por ejemplo, yo respeto mucho a Waldemar Cerrón. Hemos tenido una relación cordial, es una persona educada. Siempre he valorado las intervenciones muy alturadas de Álex Paredes. El congresista José María Balcázar es un hombre de una formación política superior. Yo disfruto conversar con Balcázar, hablamos de filosofía política y hasta de la Escuela de Frankfurt. Guillermo Bermejo, a mi juicio, es un cuadro político interesante y también con buena formación. Bermejo y Bellido son congresistas a los que yo les tengo respeto.

¿Le sorprendió la defensa de la ex Fiscal de la Nación?

Yo estoy convencido de que ella cometió una infracción constitucional. Cuando un fiscal demora, eso da tiempo para que las pruebas se oculten. Y ella demora esto. Entonces, yo creo que está bien acusada y bien sancionada. Creo que su defensa, además, no contribuye a la democracia. Ella ha maltratado al Congreso. Ella sabe como fiscal que podía ser acusada. Y luego salir a acusar a la fiscal Patricia Benavides, decir que va a acudir a instancias internacionales y enfrentarse con la exfiscal y congresista Gladys Echaíz… Creo que lo único que hizo fue abonar a tener más votos para su acusación. Cuando uno se defiende, tiene que defenderse con argumentos. No decir “pero ella también hizo esto”. ¿Eso es una fiscal? Decir “pero ella también”. Yo sí creo que hubo ahí una coordinación y que esto es parte de lo que montó perversamente el vizcarrismo.

Para cerrar el tema Keiko, más allá de su derecho legítimo o sus capacidades, ¿no hay una lectura de la polarización o de su responsabilidad política con el país?

Hay una responsabilidad nuestra en cómo damos el mensaje. Y será una responsabilidad lograr que se entienda que nuestra propuesta ayudará. Hay una segunda responsabilidad, que es cuidar nuestros votos. Y hay una tercera responsabilidad, que es abrirnos y no cerrarnos, a pesar de que nos hayan atacado. Y creo que allí también se olvidan muchos gestos. Se olvida que en el Congreso en el que se tuvo mayoría se les dio el OK a todos los gabinetes que se presentaron, igual que a los gabinetes de Ollanta.

Usted reconoce que hubo un error, ¿no? La censura al ministro de Educación, Jaime Saavedra.

Yo personalmente creo que en lo de Saavedra se pudo tener más cuidado. Keiko también lo ha hecho. Se aprende de los errores. Pero yo sí creo que con el gobierno de Castillo muchos deben haber reflexionado ‘por qué no voté por Keiko’. En segundo lugar, la narrativa ya no es tan fácil. Y ahí nosotros tenemos que dar nuestra expresión. Y la última es abrirnos y demostrarle al país que no somos ni cerrados ni radicales. Y creo que también lo hemos demostrado. Limitando, tendiendo puentes.

¿El adelanto de elecciones ya fue?

Es desgastante. Yo no creo que exista consenso en el Congreso, porque muchos de los que dijeron ‘no, ahorita no, pero sí en 2024′ en realidad ya no quieren tocar el tema. Particularmente en la Comisión de Constitución me costó mucha discusión.


“Nos preocupa mucho que el MEM quiera volver a Petroperú”

Algunos personajes del gobierno de Boluarte han militado con usted en el PSR (Partido Socialista Revolucionario).

Yo tenía la base de la PUCP de la Juventud Socialista Revolucionaria y ellos pertenecían a la base de la Universidad San Martín. Entonces yo les conocí, hemos militado en la juventud juntos. Los conozco, tengo aprecio por ellos. Ahí estuvieron Mariano González, Alfonso Adrianzén y Alberto Otárola. Hemos tenido y tenemos muchas discrepancias políticas, pero siempre está ese respeto por el otro, que creo que es esencial en política. Y eso es algo que he intentado hacer en el Congreso.

Otro ex-PSR es Francisco Eguiguren, que acaba de defender a la exfiscal de la Nación, Zoraida Ávalos.

Con el aprecio que le tengo a Francisco Eguiguren, él evade esto. Él dice “no es falta demorar”. Y ella demora una investigación. Y cuando un fiscal demora, da tiempo para que las pruebas se oculten.

Además de salud, Keiko Fujimori habló de los ministerios de Agricultura, Interior y Energía y Minas.

No es posible que en el sector salud tengamos mosquiteros guardados en los depósitos. No es posible que no se haya hecho un buen cerco adecuado para el control. No se hizo fumigación. Y después salieron a decir ‘ah, es el gobierno regional’. En agricultura hay que hacer varias cosas. Regantes, leyes forestales. Nos preocupa mucho que el ministro de Energía y Minas quiera volver a Petroperú, una empresa quebrada. Por favor, que regrese a los años 70. Nosotros hemos tenido leyes que las ha propuesto el Congreso, iniciativas que han sido objetadas. Creo y espero que pueda haber buenas capacidades para hacer gestión, porque la necesitamos ya. Hay algunos técnicos interesantes, pero no solamente es el tema técnico. A ver, gobernar es tomar decisiones también duras, claras, efectivas. Gobernar es gerenciar. Los técnicos no necesariamente gerencian. Gerenciar es tomar decisiones. Lo que dije al comienzo, Alberto Fulimori hizo la última gran reforma. Reforma que no desmontaron y no quisieron desmontar los gobiernos siguientes, que todos se llenaron la boca con antifujimorismo pero mantuvieron la Constitución, mantuvieron los recursos, mantuvieron el diseño. Y ni siquiera fueron capaces de proponer otro Estado, de proponer una contrarreforma. No hubo contrarreforma. Ha habido chapuceros. Esa es mi apreciación de Alberto Fujimori. Y yo creo que está condenado por eso.