Milagros Campos es parte de la Comisión de Alto Nivel para la Reforma Política (Foto: Manuel Melgar).
Milagros Campos es parte de la Comisión de Alto Nivel para la Reforma Política (Foto: Manuel Melgar).

Fernando Belaunde volvía a la Presidencia en el año 80 y con él retornaba el tiempo para la . En ese momento, a la Universidad Católica ingresaba Milagros Campos y en su mochila llevaba el sueño de ser abogada. “Empecé la universidad cuando comenzó la democracia”, sentencia orgullosa.

Hoy es abogada, docente, está en el sector público y vive intensamente. En el ‘Andahuaylazo’, un primero de enero, a las ocho de la mañana, ella estaba con el teléfono en la mano. Intensidad que, tal vez, le provocó un cáncer que, felizmente, ya se fue.

Ha pasado casi un mes desde que la Comisión de Alto Nivel para la Reforma Política entregó su informe. Campos es parte de ese equipo que durante dos meses trabajó el documento que mira hacia el bicentenario. “Cuando mejoro un artículo de una ley que cambiará la vida de los ciudadanos, es una alegría grande”, dice Milagros, mientras confiesa que va a la playa con su libro sobre Derecho y que, para ella, los parlamentos del mundo son paradas obligatorias en sus viajes de placer. Sigue viviendo intensamente, pero en equilibrio con su cuerpo.

¿Qué sensación se experimenta al entregar un informe tan importante, como la reforma política?
Sientes como cuando acaba una temporada de una serie en Netflix y quieres que ya venga la segunda temporada (risas). Por un lado, hay satisfacción de haber logrado un producto integral, ambicioso, pero siempre con los pies en la tierra y las posibilidades de ser debatido y aprobado. Es la sensación de tarea cumplida, pero listos para la segunda parte.

¿Qué se viene en la segunda parte?
Escuchar las opiniones y reacciones. Creo que los actores políticos son los que tienen ahora el informe en su cancha.

¿Qué debe pasar?
Pensamos que al proponer estas reformas estábamos dando un marco para restablecer la relación del ciudadano con la política.

¿Qué tenemos que decirle al ciudadano para que se interese por la política?
Que las cosas pueden funcionar mejor. Que la política es una actividad que está destinada a mejorar su calidad de vida, a conducir a los gobernantes a trabajar en favor de los gobernados.

Pero la corrupción es un tema muy complejo.
Una de las líneas de la reforma ha sido el tema de integridad, de lucha contra la corrupción. El principal problema es la sensación de impunidad. La reforma aborda sistemas de gobierno, electoral y de partidos. Partimos de un diagnóstico y ahí encontramos cuatro ejes: integridad (lucha contra la corrupción), gobernabilidad, partidos políticos (fortalecimiento) y participación (proceso electoral).

¿Cómo enfrentar la crisis de los partidos políticos?
El problema grave es que ahora hay 24 partidos políticos inscritos. Sin embargo, cuando se mide la popularidad en procesos electorales, hay muchos partidos que no han logrado las preferencias electorales y que han preservado su inscripción. En ese sentido, recoger firmas es un requisito muy ineficaz. El que firmaba no tenía ningún compromiso y, más bien, se prestaba a corrupción. Una de las reformas es eliminar las firmas. En vez de ello, pueden reunir un padrón de 12,500 personas aproximadamente (que es el número de candidatos que necesitarías para participar en todas las elecciones).

¿La bicameralidad es parte de la reforma?
En el marco de la línea de gobernabilidad hemos considerado la bicameralidad porque el sistema de control funciona mejor, tienes leyes más reflexivas y se complementa la representación.

Hay un fuerte rechazo a la bicameralidad.
Tenemos que aprender a respetar nuestras instituciones y entender que no hay democracia sin partidos ni Congreso. Más congresistas no tiene que ser más gasto. Sin reforma, no vamos a tener mejores instituciones.

¿Por qué eligió este camino?
Trabajar en el Estado es una vocación. Siento que siempre se está aportando.

¿Fue una elección?
En mi familia no había ningún abogado. Ahora mi esposo es abogado y dos de mis hijos son abogados. Opté por Derecho convencida de lo que hacía. Además, desde el colegio miraba programas políticos.

Y después de todo el tramo recorrido, ¿cuál es la reflexión?
Solo me saca sonrisas. La experiencia en el Congreso también me ha permitido tener mucha esperanza en la política. He trabajado con políticos de primer nivel. La política es una experiencia que se vive las 24 horas del día.

¿Y eso no ha pasado factura?
Sí pues. De alguna manera, he estado quiñada de salud, pero Dios es grande conmigo y me ha dado la oportunidad de seguir viviendo y trabajando por el país.

¿Cómo lograr el equilibro entre lo laboral y lo personal?
Hay que darle espacio al cuerpo. Dormir bien, comer sano, hacer ejercicio y tener otra actividad que no sea solamente el trabajo.

Cuando llegó la enfermedad, ¿cómo lo asumió?
(Piensa sus palabras). Sabía que estaba en manos de Dios. Cuando el médico me dijo “creo que estás curada”... le respondí que la Mili de antes ya no existe.

También hubo una reforma en la vida de Milagros.
Es que cuando algo te gusta, es parte del problema. Debes ponerle límites.

¿En qué se asemejan los momentos cuando le dijeron que tenía cáncer y cuando le informaron que estaba curada?
En las gracias. Se encontró la enfermedad y pude combatirla, y acá estoy. La vida tiene tantos problemas que uno debe aprender a disfrutarla.

¿Cuál será el próximo capítulo de la serie Milagros Campos?
Festejar la aprobación de las normas de reforma política con mis colegas, espero que sea este año.

AUTOFICHA:

“Te digo todo, menos mi peso (risas). Tengo 57 años, nací en Lima, estudié en el colegio Reina de los Ángeles y Derecho en la Universidad Católica. La maestría y estudios de doctorado también los hice en la PUCP. Aunque del doctorado me falta la tesis. A mis alumnos les digo que soy producto de la Católica”.

“Me encanta el Congreso, creo firmemente que es una institución fundamental en la democracia. Definitivamente, no seré congresista. Mi hobby es hacer turismo parlamentario (risas). País que voy, me paso un día en su Congreso. Me encanta el Parlamento de EE.UU.”.

“El Parlamento inglés también lo destacaría. A nivel latinoamericano, creo que Chile ha hecho grandes e importantes reformas. De hecho, en Lima hubo un congreso de ciencia política en 2015 y vinieron mis colegas. Entonces, hicimos un tour por todo el Congreso que estuvo a mi cargo. Muy bacán”.