Comenzó a investigar a Fernando Zevallos en el año 1995. (César Campos/GEC)
Comenzó a investigar a Fernando Zevallos en el año 1995. (César Campos/GEC)

integró la Unidad de Investigación del diario El Comercio. Desde ahí, el periodista siguió el caso del narcotraficante ‘Lunarejo’, dueño de Aerocontinente. Fue un trabajo en equipo arduo y peligroso que terminó en la condena de Zeballos y sus familiares. Lamentablemente, los jueces, fiscales y policías que lograron estas condenas no fueron reconocidos como correspondía.

¿El de Fernando Zevallos, ‘Lunarejo’, es el caso más importante de narcotráfico que se haya sancionado en el país?
Sin ninguna duda. Fernando Zevallos es uno de los peruanos que, desde 2004, está incluido en la lista del ‘Kingpin’ de EE.UU. Junto con los narcotraficantes más grandes del mundo. Ahí empieza su debacle, tanto comercial como personal. Sobre todo con su empresa Aerocontinente. Está prohibido hacer negocios con quienes están en el ‘Kingpin’. Los motores, los aviones eran estadounidenses. Quebró.

Zevallos era ciudadano norteamericano.
Sí. Eso retrasó su captura. El caso Zevallos no empieza en 2005, cuando lo capturan, sino en 1995, con la incautación de 3.5 toneladas de cocaína en Piura, en una especie de corral ubicado en una calle medio caleta. Llegó la Policía y la DEA. Primera vez que se incautaba tamaña cantidad. Ahí comienza el caso y nosotros lo investigamos en El Comercio. Zevallos era el jefe de esa organización conocida como Los Norteños. En 1995 ya era un magnate. En 1992 forma Aerocontinente y aparece con ocho Boeing 727 a todo meter. Encontramos una historia siniestra. En 1981 tuvo un proceso por narcotráfico en Pucallpa. Lo arrestaron, pero salió. Un año después también tuvo otro en Uchiza. En 1997 estaba implicado en el asesinato de otro narcotraficante, su rival. Resultó que el magnate aereocomercial tenía un pasado oscuro.

Era muy hábil, escapó de la justicia durante 15 años.
‘Lunarejo’ operó con toda impunidad tres décadas. En las celebraciones de Aerocontinente estaba la flor y nata de la política, los jefes policiales, periodistas. No llegó a ser jefe de cártel, pero iba por ahí. Él traficaba mucho con los mexicanos del cártel de Tijuana, uno de los más fuertes en la época.

¿Tenía vínculos con el poder político?
Sin duda. Uno de sus hombres claves era el vocal supremo Rómulo Muñoz Arce, hombre de Montesinos. Era muy cercano a los supremos Alejandro Rodríguez Medrano y Alipio Montes de Oca. Súmele la cantidad de amigos políticos que tenía. Su apogeo es en el gobierno de Fujimori. En el 2000 era una empresa fuerte que tumbó a otras aerolíneas.

¿Era el hombre del cártel de Tijuana en Perú?
Sí. En 2004, cuando capturan en México a Jorge López Paredes con un cargamento de droga, este declara en una audiencia en careo con Zevallos. Se hizo un trabajo impecable, tanto la procuradora Sonia Medina como la valiente fiscal Luz Loayza y el entonces coronel Carlos Morán, hoy ministro del Interior. Aportaron muchísimas pruebas, por eso lo sentenciaron.

¿La DEA le seguía el rastro?
Sí, junto con la Policía, pero pasaron 15 años para echarle el guante. Sus contactos eran de peso. Hay videos de las reuniones sociales y aparece Alfredo González, muy amigo de Zevallos. También Martha Chávez. La misma Keiko recibió aportes de Aerocontinente para la fundación que dirigía.

¿No se sabía que era narco?
Nuestra primera investigación fue en 1995, ya se conocía que, por lo menos, estuvo implicado en investigaciones por narcotráfico. Muchos congresistas figuran en los videos. Víctor Valdez, David Waisman –tenía una amistad pública con Zevallos–, Oscar Medelius, Alfredo Ross Antezana, ex ministro de Transportes y luego fue pareja de Lupe Zevallos. Su cargo es clave porque se relacionaba con el transporte aéreo.

¿Esos políticos tenían un vínculo con la organización criminal o eran convenidos, ingenuos?
Sí. No había un vínculo, pero Zevallos tenía contactos y podían favorecerlo en determinadas cosas. Ante tantas denuncias de El Comercio, el Congreso formó una comisión. No llegó a nada, hasta terminaron limpiándolo. Zevallos tejía contactos con políticos y con la Policía. Tan infiltrada tenía a esta que cuando deciden capturarlo, se forma un pequeño Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) en 2004, con la inclusión en la ‘Kingpin’. Lo lideró Carlos Morán, llamó a policías de todo el país, no usó a la Dinandro porque estaba totalmente infiltrada. Algunos participan hoy en las investigaciones de Lava Jato, Harvey Colchado y otros. Este grupo consigue las pruebas y pueden capturarlo.

¿Dónde lo capturan?
En Chosica. ‘Lunajero’ sale de su vivienda en Casuarinas para ir a su casa en Chosica. Simulan un control de tránsito y lo capturan. El pedido de detención lo hizo la fiscal Luz Loayza y lo aprueba la jueza (Raquel) Centeno, de Iquitos. Como ‘Lunarejo’ controlaba el Poder Judicial, la PNP esperó que estuviera de turno una jueza proba.

¿Por qué la orden de captura vino de Iquitos si Zevallos estaba en Lima?
Porque en Iquitos capturan al brazo derecho de Zevallos, Jorge Chávez Montoya, y a otros testigos. Lo delatan y hablan de crímenes que ‘Lunarejo’ había cometido. En paralelo seguía el juicio de Zevallos y Los Norteños, por las 3.5 toneladas de cocaína de 1995. Cuando lo detienen, en 2005, ya estaba por sentenciarse ese caso de las toneladas de cocaína. Él creía que lo iban a absolver. Cuando lo sentencian por narcotráfico, se inicia el proceso por lavado de activos, involucrando a su familia. Ese es el juicio que ha terminado en estos días. Han encarcelado a su madre y hermanas. Es un golpe demoledor.

Es toda la familia, clave en el narcotráfico.
Es la primera vez que se detiene a un narcotraficante con su familia. No hay un caso parecido. El narco asume todo, esa es su formación. Ni a Pablo Escobar le detuvieron a la familia. Es un golpe muy duro. La madre, que es mayor, y tres hermanos.

Lupe Zevallos está prófuga.
Por lo investigado puedo decir que ella tiene agallas. Se levantó de la sala judicial porque se sentía mal y fugó.

¿Ella manejó la organización Zevallos?
No lo sé. La organización ya está desarmada. En 2008, con ‘Lunarejo’ preso, les incautan muchas propiedades y no se supo más de los hermanos. Pero no tenían trabajo conocido. Zevallos manejó muchísimo dinero.

¿Cuánto movió la mafia de Zevallos?
Una persona de la DEA me dijo que calculaban que tenían US$ 2,000 millones. No sé si será exacto.

¿Por qué demoraron tanto los juicios? El de 1995 demoró más de 20 años y el que incluye a la familia, 13 años.
A Zevallos lo sentencian por narcotráfico en 2005. Y recién en 2015 el fiscal Chávez Cotrina hace la denuncia de lavado de activos. En dos años sentenciaron. La prensa no lo siguió con atención. Yo sí fui a algunas audiencias, se veía a un Zevallos acabado y estaba toda su familia. La pena fue de 27 años. Él estaba condenado a 20 años en 2005. Valdrá la pena más alta. Saldrá en 2032.

¿Capturarán a Lupe Zevallos?
En una entrevista desde la clandestinidad, ella dijo que se entregaría. Ya pasaron siete días y no aparece. No es la primera vez que desaparece. Hacia el 2000, una de sus hijas, que vivía en EE.UU., tuvo un accidente. Ella no tenía visa, se la habían anulado, le dieron una visa comunitaria. Como ‘Lunarejo’ tenía un proceso en Chile, activan una orden de detención en EE.UU. La ubican y la citan a un juzgado. No se presentó. Se escapó. Cuando le preguntaron cómo lo hizo, no respondió.

¿En el clan Zevallos se repartían las funciones?
Creo que ‘Lunarejo’ lo manejaba solo. Los hermanos no eran dinámicos. Lupe sabía de su hermano, pero no sé si estuvo en operaciones ilícitas. Ella asumió el lavado desde Aerocontinente. Pero no mataba como ‘Lunarejo’, que habrá asesinado a una veintena de personas en su vida delictiva.

¿Por qué delata a Zevallos su lugarteniente, Jorge López Paredes, de la banda Los Norteños?
Se dice que no le pagó una deuda de US$1 millón. Jorge López se lo dio para que comprara el primer avión de Aerocontinente. Pero Zevallos lo ‘cerró’. Dicen que ese fue su gran error, no pagar. Uno de sus sicarios me contó esto. Mandó matar a alguien y le dio un adelanto. Lo hizo y no terminó de pagarle. Eso se repite con otros constantemente. Los ex sicarios declararon en el juicio contra Zevallos en el careo. Le dijeron en su cara que era narcotraficante.

¿Jorge Chávez Montoya, ‘Polaco’, quien era muy cercano y fiel a Zevallos, también lo delató?
Sí. Lo terminó echando. Lo entrevisté en Iquitos. ‘Lunarejo’ subestimaba a la gente.

¿La captura de Pablo Escobar le sirvió a Zevallos?
Eso fue en 1993. La droga incautada, 3.5 toneladas de cocaína, en 1995 iba a salir por Talara, por Aerocontinente hacia México. Ellos ya operaban con México porque con la caída de Escobar los colombianos dejan de ser importantes. Los narcos peruanos se sofisticaron. Antes solo hacíamos pasta de cocaína y la enviábamos a Colombia para que la refinaran. La incautación a ‘Lunarejo’ en 1995 fue la primera prueba de que los narcos peruanos ya hacían cocaína de alta pureza.

Comparado con la actualidad, las bandas de narcos en el Perú son más sofisticadas, modernas, que el estilo casi artesanal de Los Norteños.
Absolutamente. A mí me sorprende que después de Zevallos no haya habido ningún narcotraficante capo que haya sido capturado. Oropeza y ‘Caracol’ son delincuentes calichines, menores. Y las incautaciones son bajas respecto a la cantidad que sale. Se calcula que salen 300 toneladas anuales e incautan 10, 15 toneladas. Poco.

¿Y el narcotráfico avanza?
Enormemente, y se ha modernizado. Los narcos no son los bandoleros de antes, sino que visten bien, van a buenos sitios. Preocupa que no haya por lo menos un personaje importante capturado.

¿Eso quiere decir que el Poder Judicial y la Policía están poco vigilantes?
No se puede culpar a todos. Pero el narcotráfico sigue operando. No hay una política de Estado para combatirlo. Incluso los candidatos, quién habla del narcotráfico, sí de la pobreza, de la delincuencia... Pero el narcotráfico es la madre de todos los delitos.

Somos el primer país exportador de cocaína.
Lamentablemente. Qué haces erradicando si siguen lavando. La gran despensa es el Vraem, donde no hay erradicación. Pero se ha extendido en casi todo el país. Las autoridades que lo combaten trabajan en pésimas condiciones. Por ejemplo, el equipo Constelación, que sirve para combatir el narcotráfico, está saturado. Colombia tiene 30 o 40 equipos.

¿Zevallos apoyó a Toledo en su campaña?
Sí. Se sabe que aportó en efectivo US$400 mil y le daba pasajes. Él estaba en EE.UU., quien manejaba la empresa era Lupe Zevallos. ‘Lunarejo’ también tuvo vínculo con Montesinos. En esa época no había ningún narco que operara si no se matriculaba con el ‘Doctor’. Matilde Pinchi Pinchi declaró que Lupe Zevallos fue al Servicio de Inteligencia. Hay un video donde (Rómulo) Muñoz Arce habla con Montesinos sobre ‘Lunarejo’. José María Aguilar, un narco asesinado, declaró sobre su vínculo con Montesinos. También Óscar Benítez Linares, otro narco. Bueno, y las amistades comunes. Y está el libro de la periodista Sally Bowen. Boris Foguel, narco panameño, también cuenta de él. Acogió a Montesinos en Panamá cuando se fugó. Dijo que traficaba con Montesinos, pero como le pedía más y más dinero, lo echó.

¿Sufriste amenazas durante tu trabajo periodístico?
Sí. Tuve que sacar fuera a mi familia por amenazas. ‘Lunarejo’ nos querelló por US$205 millones. Fueron tres querellas. La última ponía a El Comercio como tercero civil responsable. O sea, si perdíamos nos embargaban. Tenía influencia en el CNM. El juez Suyo salió a EE.UU., la fiscal Loayza terminó maltratada y salió de la Fiscalía. Al jefe de la Policía Antidrogas Financiera lo echaron de la Policía. También dos policías adscritos a la DEA. Hay muchas víctimas en esta historia.

¿Zevallos sigue vinculado al narcotráfico?
El narcotraficante nunca deja de serlo. No puedes salir de ese mundo por más preso que estés.

¿El corolario de ello sería: la justicia tarda pero llega?
Sí. Y la sentencia habla bien de este Poder Judicial tan vapuleado. Lo que me da curiosidad es saber los secretos que guarda la laptop de ‘Lunarejo’. Es una caja de Pandora. Esa es otra historia.