se tenía guardada una verdadera bomba. Y esperó al noveno día, de los diez que iba a estar detenido preliminarmente, para detonarla. El exvicepresidente de Petroperú confesó al fiscal José Domingo Pérez, en su interrogatorio del 29 de abril, que el millón 300 mil dólares que recibió de Odebrecht en una cuenta abierta en Andorra eran en realidad un soborno para el expresidente Alan García. Y, según su versión, le entregó todo el monto al fallecido líder aprista, quien se suicidó hace dos semanas antes de ser detenido por la Policía.

Pérez se encargó ayer mismo de revelar esa declaración. Lo hizo en la audiencia en la que tenía planificado pedir la prisión preventiva por 36 meses para Atala Herrera, su hijo Samir Atala; para el exsecretario de García, Luis Nava Guibert, y el hijo de este, el hasta ayer prófugo José Nava Mendiola.

Apenas tomó la palabra, Pérez Gómez comunicó al juez Juan Carlos Sánchez Balbuena que iba a reformar su solicitud inicial y que, en lugar de insistir con la prisión preventiva de los imputados, requeriría que se libere a Samir Atala y que se deje sin efecto la orden de captura internacional contra Nava Mendiola, que se encuentra viviendo en Estados Unidos.

Además, pidió que se dicte 36 meses de arresto domiciliario para Miguel Atala, un funcionario aprista sobre quien Odebrecht no tenía motivación lógica como para darle sobornos solo por su función en Petroperú.
Pérez explicó que tomaba esa decisión porque los investigados habían colaborado entregando información.

La hipótesis que maneja la Fiscalía es que el dinero entregado por Jorge Barata, exsuperintendente de Odebrecht en Perú, era para que el gobierno aprista permita seguir operando a la empresa con la ejecución de la Interoceánica Sur y, posteriormente, del Metro de Lima (ver recuadro).

A Sánchez Balbuena solo le tomó unos minutos evaluarlo y acogió el requerimiento: dispuso la liberación inmediata de Atala hijo, quien salió caminando de la audiencia, y levantó la orden de detención contra Nava Mendiola.

Asimismo, aprobó evaluar el arresto domiciliario de Atala Herrera. Tras esto, el fiscal Pérez compartió las confesiones de los investigados.

"EL DINERO ERA DE GARCÍA"
Miguel Atala reconoció que, en setiembre de 2008, en un evento empresarial realizado en la ciudad brasileña de Sao Paulo, y cuando ya había recibido en su offshore Ammarin Investment el millón 312 mil dólares, Luis Nava se le acercó y le dijo que “el dinero era del presidente Alan García”.

“Yo me di por enterado en ese instante, (Luis Nava) no me dio mayores explicaciones sobre por qué me decía ello en ese momento y tampoco me dio tiempo para hacer preguntas al respecto”, contó Atala.

Seguidamente, el exfuncionario expresó que el propio García, dos años después, lo llamó por celular para reclamarle por el dinero. Así fue como lo dejó en claro en su testimonio, al que tuvo acceso Perú21.

“En el año 2010, en el segundo semestre, me llamó a mi celular el ex presidente Alan García Pérez, me dijo que lo vaya a visitar a Palacio de Gobierno (...) me manifestó que el dinero que yo tenía en la cuenta de la offshore era dinero suyo y que, por favor, le lleve dicho dinero de forma progresiva”, manifestó Atala Herrera.

En esa línea, indicó que cada vez que el exjefe de Estado necesitaba dinero, lo llamaba para pedirle que le haga entrega de una parte. La primera vez, recordó, le llevó billetes que sumaban entre US$20 mil y US$30 mil.

“Me llamaba previamente en diferentes ocasiones y lugares, como en Palacio de Gobierno, en su primer domicilio en Las Casuarinas, luego en el de Miraflores y al Instituto de Gobierno de la Universidad San Martín de Porres”, detalló.

Reiteró que el íntegro del dinero que le había depositado Odebrecht a su offshore se lo entregó al exmandatario, quien siempre negó haber recibido algún soborno de parte de la constructora brasileña.

“Desde 2010 hasta 2018, cumplí de forma progresiva con hacerle diversas entregas de dinero al ex presidente Alan García, hasta completar la cantidad de dinero que me fue depositada en la cuenta de la BPA a nombre de Ammarin Investment Inc, esto es los US$1’312,000”, precisó.

Miguel Atala hizo estas confesiones en dos días, el viernes 26 de abril y el lunes 29. Para su primera declaración, el exdirectivo de Petroperú fue trasladado de la sede de la Prefectura, donde se encontraba detenido, a las instalaciones del equipo especial del Ministerio Público. La segunda vez declaró en el mismo recinto donde estaba recluido.

Apenas contestó siete preguntas en ambas diligencias, pero sus respuestas fueron lo suficientemente explosivas como para, a cambio de esta colaboración, pedir que se le otorgue seguridad ante las represalias que podría sufrir de parte del entorno aprista. Y esto último se lo hizo saber al fiscal.

“Tengo temor por lo que me pueda pasar a mi persona y mi familia, yo estoy declarando con verdad respecto a la forma como sucedieron los hechos que se vienen investigando (...) pero tengo conocimiento de que existe un grupo radical en el interior del Partido Aprista Peruano y que son conocidos como la ‘fuerza de choque’, y tengo temor de que ellos puedan atentar contra mi vida o la de algún miembro de mi familia”, manifestó.

El juez Sánchez Balbuena consideró estos elementos y, acorde al pedido fiscal, dictó arresto domiciliario para Atala. A Luis Nava le impuso prisión preventiva.

NAVA: LA DELACIÓN DEL HIJO
Otra de las revelaciones que ha encaminado el caso Metro de Lima fue la confesión de José Antonio Nava Mendiola, hijo de Luis Nava.

El empresario, radicado en EE.UU., con las cuentas bancarias congeladas y con orden de captura, no le quedó otra opción que hablar. Y por eso tuvo que delatar a su propio padre.

“Mi padre y Jorge Barata se reunieron porque me lo contaron ambos, a finales de 2006 o inicios de 2007, Barata me dijo que había arreglado el apoyo con mi padre”, dijo.

Nava Mendiola declaró el 26 de abril en el consulado peruano de Miami. El fiscal Pérez y el líder del equipo especial, Rafael Vela, acudieron al lugar para tomar su manifestación.

“Mi padre me comentó que Barata le había entregado dinero, pero no me dijo cuánto. Los hechos narrados sucedieron a mediados de 2006 o finales de 2008; Barata me llamaba y me pedía que lo recogiera en su casa para llevarlo a la casa de mi padre, a veces me pedía que yo llevara las mochilas (con dinero) a mi padre”, sostuvo.

La onda expansiva de estas confesiones remeció a los apristas. En una conferencia de la bancada, Jorge del Castillo salió a cuestionar a Atala Herrera “por meterse con un muerto”, mientras que Mauricio Mulder insistió en que lo dicho por el ex directivo de Petroperú debe demostrarse.

Luis Nava aún no ha declarado ante la Fiscalía. Las veces que ha sido citado, alegaba problemas de salud. Veremos si ahora se decide a hacerlo.

Confesiones. Atala declaró en dos fechas distintas: el 26 y el 29 de abril. Perú21 tuvo acceso a su manifestación. (Perú21)
Confesiones. Atala declaró en dos fechas distintas: el 26 y el 29 de abril. Perú21 tuvo acceso a su manifestación. (Perú21)
Confesiones. Atala declaró en dos fechas distintas: el 26 y el 29 de abril. Perú21 tuvo acceso a su manifestación. (Perú21)
Confesiones. Atala declaró en dos fechas distintas: el 26 y el 29 de abril. Perú21 tuvo acceso a su manifestación. (Perú21)

TENGA EN CUENTA
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Cynthia Yanelli, abogada de Luis Nava, también advirtió amenazas en contra de su defendido. “Si vamos a analizar que el Partido Aprista Peruano como organización es peligrosa para la integridad de un investigado, entonces me pliego a ese pedido respecto a mi defendido”, declaró. 
-El Partido Aprista exigió que “escrupulosamente” se corroboren las afirmaciones de M.

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