TREMENDA MOCHILA. Maurate es cuestionado por sus nexos con Los Cuellos Blancos del Puerto. (Foto: Ministerio de Justicia y Derechos Humanos)
TREMENDA MOCHILA. Maurate es cuestionado por sus nexos con Los Cuellos Blancos del Puerto. (Foto: Ministerio de Justicia y Derechos Humanos)

Provocador y confrontacional, el cuestionado ministro de Justicia, Daniel Maurate, ha contradicho la postura oficial del gobierno de Dina Boluarte —que él mismo integra—, y ha respaldado, sin ambages, los señalamientos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que, en su último informe, sostiene que en las protestas registradas tras el golpe de Estado de Pedro Castillo se habrían registrado “graves violaciones de derechos humanos” y cometido “ejecuciones extrajudiciales”.

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“Claro que sí (hubo violación de DD.HH.), porque si hay una persona que ataca directamente a otra persona…cuando uno mira el video, y la opinión pública tendrá la misma percepción, por supuesto que tenemos que indignarnos…”, fue su comentario la noche del miércoles, luego de que en un programa de televisión le mostraran los videos de dos protestas en Lima y Cusco en las que fallecieron Víctor Raúl Santisteban y Rosalino Flores, respectivamente.

La polémica posición de Maurate, según fuentes oficiales, no cayó nada bien en el Ejecutivo. ¿Sorprendidos? Valgan verdades, dados los antecedentes del titular de Justicia y sus nexos con el cabecilla de la organización criminal Los Cuellos Blancos del Puerto, el prófugo César Hinostroza, que fueron denunciados oportunamente por Perú21, no tendría por qué haber sido así.

¿HORAS CONTADAS?

Consultado sobre este entredicho, el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, afirmó ayer que Maurate “tendrá que aclarar lo que ha dicho”; también ratificó la posición gubernamental. Horas después, sin embargo, lejos de rectificarse, el titular de Justicia se reafirmó en sus apreciaciones. Más aún, le replicó en tono retador a su jefe Otárola: “Si el primer ministro ha reclamado aclaración, aprovecho para aclarar también a nuestro premier. En una situación como la que hemos vivido, yo lo que he señalado es que, si tú estás viendo que alguien está disparando, no vas a decir que ahí no hay una violación de derechos humanos, lo hay”, subrayó.

Pese a lo controversial de su intervención, ni la presidenta Dina Boluarte ni su jefe de gabinete se han pronunciado sobre una situación que sin duda los deja mal parados y es que, en su momento, ninguno de ellos adoptó una posición firme respecto de los cuestionamientos válidos a la presencia de Maurate en el Ejecutivo y, por el contrario, los pasaron por agua tibia.

Desde la oposición, la vocera de Fuerza Popular, Patricia Juárez, dijo a Perú21TV que se nota que, a juicio de Maurate, sí habría habido violaciones de derechos humanos. “Eso es grave; hay un desfase entre lo que dice la presidenta y lo que dice el ministro de Justicia que ellos tienen que aclarar a la interna”, advirtió.

Dicen que en política no hay que ser ingenuos, pero parece que en este gobierno, una vez más, han pecado como tales. Maurate, sabiendo que más temprano que tarde será expectorado del gabinete parece alistar una estrategia de victimización que le permitirá sostener que lo sacaron por defender los derechos humanos. La tardía reacción de la dupla Boluarte-Otárola en este, como en otros casos, no tardará en pasarles factura.

SABÍA QUE

-Maurate también justificó las violentas protestas y dijo, al mejor estilo de Pedro Castillo, que son producto, entre otros, de la discriminación. “Ahí está la razón de una población resentida”, sostuvo.

-El ministro de Defensa, Jorge Chávez Cresta, indicó que “en el Perú no ha habido ni masacres ni asesinatos como pretende decir la comisión”.

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