Vizcarra y el círculo de confianza [ANÁLISIS]

Se corrobora las características principales del renovado gabinete del presidente Martín Vizcarra: confianza y discreción. Han pasado seis días desde que –en una decisión audaz y temeraria– el jefe de Estado disolviera el Congreso de la República, y tres desde que nombró a sus ministros marcando, de esta manera, el estilo que tomará su gobierno en esta nueva etapa de transición hacia las elecciones parlamentarias.

Los cambios, sin embargo, han sido discretos, pero, sobre todo, mantienen al mandatario en su misma zona de confort, discreta y confiable. 50+1 ha seguido la pista de las designaciones de los tres gabinetes de su gobierno, encabezados por César Villanueva, Salvador del Solar y Vicente Zeballos, y encontró las siguientes recurrencias en todos los nombramientos.

FRIENDS & FAMILY

Para el presente análisis, hemos dividido en dos categorías a los ministros según el entorno político de su procedencia. De tal manera que tenemos a los “exógenos”, aquellos que llegan desde fuera del entorno presidencial y a los “endógenos”, quienes se encuentran muy cerca, poseen un grado de amistad, o gozan de la confianza del presidente.

De acuerdo con esta clasificación, se observa que 16 de las 19 designaciones, incluyendo la del primer ministro son endógenas y solo tres exógenas. Es decir, el 84% de los ministros tiene una relación cercana al jefe de Estado que precede a la designación.

Los tres nombramientos que provienen de posiciones externas pertenecen a Cultura, Vivienda y Relaciones Exteriores. En el primer caso, Francesco Petrozzi, fue congresista de Fuerza Popular y luego de la Bancada Liberal, que terminó siendo aliada del Ejecutivo. Sin embargo, no hay evidencia de una relación laboral o amistad cercana previa con el mandatario. El Ministerio de Vivienda lo ocupa Rodolfo Yañez, de quien tampoco se encontró información del carácter descrito. Finalmente, el canciller Gustavo Meza Cuadra, diplomático de carrera, proviene de una de las instituciones más estables y sólidas del aparato estatal.

Si bien la sorpresa saludada por expertos economistas fue la designación de María Antonieta Alva en la cartera de Economía, ella ya era parte del equipo tecnocrático del MEF. Además, la amistad de su padre, Jorge Alva, el rector de la UNI, con el presidente de la República no sería un detalle menor si es que se trata de mantener la confianza con sus ministros.

En la categoría de “endógenos”, el caso del ministro de Transportes y Comunicaciones es muy elocuente. Edmer Trujillo fue reasignado en esta cartera, seis meses después de haber renunciado a la misma bajo serios cuestionamientos sobre su capacidad al mando de esta entidad y tras la muerte de 17 personas en un terminal informal de buses. El también moqueguano parece ser pieza clave para Vizcarra, a tal punto que no importa arriesgar su posición ante la opinión pública.

Pero, ¿por qué el presidente se rodea de ministros de perfil discreto, poco políticos y más técnicos? ¿Por qué los cambios de cartera a cartera (como Fabiola Muñoz) o el ascenso intempestivo de funcionarios intermedios a la máxima autoridad del sector? ¿Acaso no hay piezas de recambio fuera de su entorno que acepten acompañarlo en el gobierno?

Algo que ha caracterizado los diferentes gabinetes de Vizcarra es su opacidad, salvo la performance de los primeros ministros. Al aplicar los mismos criterios para el nombramiento de nuevo gabinete probablemente esperemos el mismo tipo de desempeño en la gestión pública, muy por debajo de las expectativas hacia un gobierno que tiene que mostrar resultados concretos luego de la crisis política.

CIFRA

- 16 de los 19 ministros nombrados, incluyendo al primer ministro, tienen una relación cercana con el jefe de Estado.