Redacción PERÚ21

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, primer vicepresidente del Perú, debería ser quien asuma la Presidencia de la República tras la renuncia irrevocable al cargo de , tras la difusión de unos videos en los que se ve a congresistas del bloque que lidera Kenji Fujimori negociar votos para evitar su vacancia.

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Vizcarra, quien actualmente desempeña el cargo de Embajador del Perú en Canadá, se ha caracterizado por su perfil bajo. En julio de 2016, el recién elegido vicepresidente era una figura emergente en política, poca conocida y sin mayores reparos.

Sin embargo, casi un año después, en mayo de 2017, cuando era ministro de Transportes y Comunicaciones, tuvo que irse del Gobierno vapuleado por la misma oposición que hoy lo reclama como figura salvadora.

SU INICIO EN LA POLÍTICA

Ingeniero civil con origen de clase media, Vizcarra nació en Lima; sin embargo sus verdaderas raíces e intereses están en Moquegua, donde creció y vivió hasta que la política lo forzó a trasladarse a la capital.

Durante gran parte de su vida, el virtual presidente del Perú estuvo lejos de la política, dedicado al negocio de la construcción. Su ingreso en esta área se dio en 2010, cuando al mando de un grupo regional independiente, fue elegido gobernador de Moquegua.

Su gestión recibió muchos elogios, por lo sorprendió que se abstuviera de buscar una reelección que se suponía segura en las elecciones de 2014. Hasta ahí, parecía que su breve paso por la política había terminado.

EL ESCÁNDALO CHINCHERO

En 2016 se entusiasmó con Pedro Pablo Kuczynski y lo acompañó en su campaña presidencia como su vicepresidente. Vizcarra aceptó y se especuló que sería el jefe de gabinete ministerial, pero se le confió solo la cartera de Transporte.

El escándalo se dio cuando, sin consultarlo, decidió que el Estado debería ayudar con dinero a un consorcio argentino-peruano al que se le encomendó construir un nuevo aeropuerto en la ciudad de Cuzco y después admitió que no tenía recursos para cumplir.

La oposición sepultó y lo acusó de pretender favorecer a privados, se le atribuyó delitos que no se le pudo comprobar y recurrió a su supuesta ineptitud para sacarlo de la cartera que encabezaba a través de la censura. Cuando fue imposible que se salvara, optó por renunciar.

Como en exilio de lujo fue enviado como Embajador del Perú a Canadá, desde donde guarda silencio ahora, tal cual lo hizo hace tres meses, en el primer intento de destitución de Kuczynski.

NO TIENE EL PERFIL DE PRESIDENTE

Para algunos analistas, Martín Vizcarra no mostró la firmeza necesaria para enfrentar a la oposición como ministro, por lo que está claro de si podría hacerlo como Presidente del Perú.

Incluso hay quienes creen que ejercería su presidencia como un virtual rehén de la oposición, liderada por Fuerza Popular, partido de la ex candidata presidencial Keiko Fujimori.

Con información de la agencia DPA.