Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

El nobel de Literatura, , dedicó su última columna en el diario  a el ex presidente y su reciente suicidio, ocurrido momentos antes de ser detenido preliminarmente a pedido de la Fiscalía.

El escritor peruano hizo una remembranza de los principales eventos en la vida de Alan García y los momentos en los que tuvo contacto con él, como la campaña electoral de 1985 o la cena en Palacio de Gobierno tras haber ganado el Nobel de Literatura.

Vargas Llosa reconoció en Alan García su inteligencia por encima del "promedio de quienes se dedican a hacer política en Perú", su carisma y sus habilidades como orador "fuera de lo común". Sin embargo, lamentó que estuviera involucrado en actos irregulares.

"Me temo que participaba de esa falta de escrúpulos, de esa tolerancia con los abusos y excesos tan extendidos entre los dirigentes políticos de América Latina que llegan al poder y se sienten autorizados a disponer de los bienes públicos como si fueran suyos, o, lo que es mucho peor, a hacer negocios privados aunque con ello violenten las leyes y traicionen la confianza depositada en ellos por los electores", escribió.

Vargas Llosa también aplaudió el trabajo del grupo de jueces y fiscales que han "sorprendido a todo el mundo por el coraje con el que han venido actuando para combatir la corrupción, sin dejarse amedrentar por la hostilidad desatada contra ellos desde la misma esfera del poder al que se enfrentan".

"Este es un proceso que no puede ni debe detenerse porque de él depende que el país salga por fin del subdesarrollo y se fortalezcan las bases de la cultura democrática, para la cual la existencia de un Poder Judicial independiente y honesto es esencial", continuó.

"Sería trágico que en la comprensible emoción que ha causado el suicidio de Alan García, la labor de aquellos jueces y fiscales se viera interrumpida o saboteada, y los contados periodistas que los apoyan fueran silenciados", refirió el escritor.

Finalmente espera que este proceso de justicia no se detenga, ya que de ser así, avizora que nuestro país "salga por fin del subdesarrollo y se fortalezcan las bases de la cultura democrática, para la cual la existencia de un poder judicial independiente y honesto es esencial".

Lee la columna completa publicada hoy en el diario El País.