El Premio Nobel de Literatura reiteró ayer su “absoluto apoyo” al presidente Martín Vizcarra por disolver el pasado 30 de setiembre el Congreso, ya que, según indicó, dicho Parlamento era una “vergüenza” para el país.

El escritor no se guardó nada y, durante la presentación de su libro Tiempos recios en Madrid, España, enfiló contra los exmiembros de este poder del Estado.

“Yo apoyo absolutamente al presidente Vizcarra en la clausura del Congreso. Ha hecho bien en cerrarlo. Era una vergüenza para el Perú, un Congreso de semianalfabetos, de pillos. Mi esperanza es que en enero, cuando los peruanos voten por el nuevo Congreso, voten mejor que la vez pasada, que lo llenaron, ya digo, de pillos y semianalfabetos”, remarcó.

La medida que adoptó el mandatario se decidió tras interpretar como denegada una segunda cuestión de confianza para modificar las reglas de selección de magistrados del Tribunal Constitucional (TC).

El tema ya había sido abordado por el autor de La guerra del fin del mundo en un artículo que publicó el domingo, en el que dijo que “no se trata de un golpe de Estado”, como lo quisieron “hacer creer” representantes de FP y el Apra.

“La alianza aprofujimorista tenía mayoría simple en el Congreso y había convertido a este en un circo grotesco, con algunas pocas (pero, eso sí, muy respetables) excepciones”, escribió.

Al hacer un balance de las democracias en el mundo, Vargas Llosa dijo que son “imperfectas” y delineó como causa de ello la corrupción, el populismo y la demagogia.

LE RESPONDEN CON TODO

Las expresiones del Nobel de Literatura no cayeron bien en algunos accesitarios de la Comisión Permanente, principalmente de la tienda fujimorista.

En comunicación con Perú21, Carlos Tubino (FP) cuestionó al literato por usar esos calificativos y lamentó el trato “despectivo” que, desde su perspectiva, realiza contra excongresistas al margen de su “nivel intelectual”.

“Yo lamento que una persona que debería estar preparándose para el gran viaje hacia la eternidad esté pensando y actuando de esa manera. (...) Este tipo de declaraciones yo las rechazo profundamente”, manifestó.

Para el exvocero del bloque naranja, con estas declaraciones el literato demuestra que “no es una persona con sentimientos en su interior. No tiene paz en su alma”.

De la misma forma, Nelly Cuadros, suplente de Acción Republicana (AR) en la Permanente, dijo a este diario que si bien reconoce al escritor arequipeño como una de las personas “más ilustres de la literatura”, apuntó que “en el espacio político es un fracasado”.

“Alguien que ha sido garante de todos los expresidentes corruptos no debería opinar, no hay que tomar con seriedad su posición, (...) no tiene autoridad moral para catalogar a ningún político”, expresó.

PRESENTAN ACCIÓN DE AMPARO

Marisol Espinoza, integrante del disuelto Congreso en representación de Alianza para el Progreso, presentó una acción de amparo contra el presidente Martín Vizcarra y el expremier Salvador del Solar alegando que la disolución del Parlamento ha vulnerado sus derechos.

Desde una posición contraria a la del líder de su agrupación, César Acuña –quien avala sin reservas la decisión del presidente Martín Vizcarra–, Espinoza sostiene que no hay sustento legal para el cierre del Congreso alegando una supuesta denegatoria de la cuestión de confianza.

Perú21 intentó comunicarse con ella, pero no fue posible porque se encuentra de viaje. En su lugar, el abogado Alan Martínez sostuvo que el Pleno tenía hasta la siguiente sesión para debatir la cuestión de confianza y que lo que se busca con la acción de amparo es dejar sin efecto la disolución.

En Twitter, Marco Arana ironizó sobre la demanda presentada por Espinoza. “Es la que perderá inmunidad parlamentaria en tres semanas, ¿no? La que está investigada en el caso Los Wachiturros, ¿no?”, inquirió.

TENGA EN CUENTA

- “Un país, salvo casos excepcionales, no se jode en un día”, apuntó Mario Vargas Llosa para explicar el contenido de su libro Tiempos recios.

- Sobre las dictaduras en América Latina, dijo que lo que existe en la región son “dictaduras ideológicas en Cuba y Venezuela”.