Gobernador tuvo que realizar disparos al aire para dispersar la turba y proteger a su familia.
Gobernador tuvo que realizar disparos al aire para dispersar la turba y proteger a su familia.

Sí, la vida es lo que menos importa para aquellos que siguen escudando en las protestas sus actos de terror. La violencia de los radicales sigue imponiéndose y ayer, en Madre de Dios, a punto estuvo de terminar en tragedia cuando cientos de vándalos atacaron con piedras y palos la vivienda del gobernador regional, Luis Otsuka Salazar, y hasta intentaron incendiarla.

La autoridad y toda su familia se encontraban dentro de la casa. El vehículo del gobernador, estacionado en el frontis, quedó destrozado. En medio del descontrol de la turba que se acercó hasta las paredes de su vivienda y lanzó piedras a través de los vidrios rotos de las ventanas, sin importarle que adentro estaba una familia, Otsuka se vio obligado a defender a los suyos realizando hasta ocho disparos al aire.

Al momento del ataque, ocho agentes policiales sin armas custodiaban la casa de la autoridad regional, quien denunció que algunos extremistas cargaban trapos con combustible, en un intento por quemar su vivienda.

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“Estaban tirando combustible a la pared. Tengo que defender a mi familia. La próxima vez que vengan, los mataré. Si la Policía no lo hace, lo haré yo”, se justificó así el gobernador, que pidió al Gobierno que tome cartas en el asunto y evite más actos de violencia.

ATAQUE EN REPRESALIA

Los extremistas le reclamaban a Otsuka por haberse reunido el jueves último con el premier Alberto Otárola, quien visitó ese día la región y prometió desbloquear las vías. Madre de Dios continúa con al menos ocho tramos de la vía Interoceánica interrumpidos, lo que ha generado una ola de desabastecimiento.

Un ataque similar había sufrido un día antes la sede del gobierno regional, ubicada en Tambopata, donde los enfrentamientos dejan siete policías heridos. Una turba apedreó el local regional y prendió fuego a dos motocicletas y cuatro vehículos que se encontraban en los exteriores. Un agente fue retenido por los extremistas, aunque rescatado horas después por sus compañeros.

UN MUERTO MÁS POR BLOQUEOS

Pero el salvajismo y la muerte también están en las pistas, en el bloqueo de carreteras que se impone por las protestas. En La Oroya, Junín, Gilmer Yony Villar Torres (56) se descompensó en medio de la interrumpida Carretera Central y murió al no poder recibir a tiempo los primeros auxilios, pues la unidad donde se dirigía con su esposa desde Ayacucho hacia Lima, donde iba a realizarse un chequeo médico, yacía varada varias horas en el kilómetro 143, en el distrito de Morococha, en la provincia de Yauri.

El ministro de Defensa, Chávez Cresta, informó que ya son 11 los fallecidos a consecuencia del bloqueo de carreteras desde el inicio de las protestas en diciembre.

Y, en vista del bloqueo de la Panamericana Sur, en Ica, una gestante tuvo que ser trasladada a Lima a través de un puente aéreo. La interrupción de vías en Villacuri ha dejado varado un camión cisterna que transporta oxígeno medicinal para los hospitales.

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César Zorrilla desde Puno