Los peruanos votaron por un nuevo Congreso que busque el consenso

Cansado del obstruccionismo y la confrontación sin sentido que una recalcitrante mayoría fujimorista impuso en el Congreso disuelto el 30 de setiembre de 2019, la población utilizó ayer su voto para transmitirle un mensaje contundente a la clase política y conminar a sus nuevos representantes al Parlamento a buscar el diálogo y el consenso para impulsar las grandes reformas que demanda el país en su camino al bicentenario.

En una jornada histórica, que transcurrió sin mayores contratiempos, el electorado les otorgó el triunfo a diez organizaciones políticas. Reeditando su éxito en las municipales, Acción Popular (AP) se hizo del primer lugar seguido de APP, según el conteo rápido de Ipsos-América TV al 100% de los votos.

SIN MAYORÍAS

La gran sorpresa, sin embargo, la dio el Frente Popular Agrícola FIA del Perú (Frepap), que –contra todo pronóstico– regresará al Legislativo luego de 20 años y como la cuarta fuerza, con 16 curules (ver gráfico).

Unión por el Perú, que tiene como figura representativa a Antauro Humala y postula un extremismo de izquierda y propuestas antidemocráticas, sería la tercera fuerza con 17 curules, que con los 12 del FA y los cinco de JPP podría constituir un bloque con 34 votos radicales.

Los otros partidos que pasaron la valla son Podemos Perú, Partido Morado, Fuerza Popular y Somos Perú.

Ninguna de estas agrupaciones tendrá mayoría absoluta. El Congreso 2020-21 será, al igual que su antecesor, un conglomerado de colectividades dispersas. Y si bien AP tendría –de acuerdo a Ipsos-América TV– 24 de 130 escaños, queda la interrogante sobre el comportamiento de una bancada que enfrenta enraizados conflictos internos.

Otra es la historia con Fuerza Popular. Su actitud confrontacional permanente y de blindaje a la corrupción terminaron pasándole la factura. Queda en el olvido su primera mayoría de 73 curules que, con prepotencia y abuso, se impuso en el Congreso disuelto. Según las proyecciones, tendrá solo 12 curules. El jalón de orejas ciudadano, empero, no habría calado en el bloque naranja. Ayer mismo, Martha Chávez, virtual congresista electa, ratificó su postura crítica ante el Ejecutivo, desestimó el diálogo con la izquierda y reiteró su postura contra el enfoque de género y el reconocimiento de derechos a comunidades como la LGBT.

EN LA LONA

Peor le fue en la contienda a su otrora aliado: el Apra. Los votantes sancionaron su complicidad con el fujimorismo y lo dejaron reducido casi en escombros, con apenas un 2.6%, mientras que Solidaridad Nacional, la agrupación que apostó por las fujimoristas Rosa Bartra y Yeni Vilcatoma, se quedó en el penúltimo peldaño de la escalera electoral con un magro 1.4%. La población les dio así un portazo a las pretensiones reeleccionistas de Mauricio Mulder y Vilcatoma, quienes, paradójicamente, fueron dos de los candidatos más votados en 2016.

Otro protagonista de la jornada fue el Partido Morado, que se vio afectado por el escándalo que envolvió, días atrás, a su líder Julio Guzmán, pero aun así alcanzó el 7.5% de los votos. Empero, no fueron sus líderes fundadores, como Francisco Sagasti, quienes generaron mayores adhesiones, sino invitados como Alberto de Belaunde, quien destacó el voto de “castigo al discurso agresivo y a las banderas racistas y homofóbicas”. Pero también, al parecer, de censura a la prepotencia e intolerancia. Si los partidos acusan recibo del mensaje, se verá en los próximos meses.