LOS ELEGIDOS. Frank Almanza y Marcial Páucar declinaron integrar el equipo especial Lava Jato. (Foto: Hugo Pérez/GEC)
LOS ELEGIDOS. Frank Almanza y Marcial Páucar declinaron integrar el equipo especial Lava Jato. (Foto: Hugo Pérez/GEC)

Cerca a las 6:00 p.m. del lunes 31 de diciembre de 2018, el fiscal Marcial Páucar Chappa llegó agotado a su casa de para recibir el año 2019 junto a su familia. Por la fecha festiva, su jornada terminaba al mediodía, pero la carga laboral que tenía lo obligó a salir tarde de su oficina ubicada en Surquillo.

Se quitó el saco, se desató la corbata y cuando ya se relajaba pensando en lo que vendría a medianoche, recibió una llamada al celular. Era el fiscal superior Frank Almanza Altamirano, quien le comunicó que el fiscal de la Nación, , los había convocado urgente a su despacho en el Centro de Lima. Ante ese llamado, Marcial Páucar salió tan rápido de su casa que olvidó su corbata.

Páucar no sabía para qué era citado, pero Almanza sí. Días antes, Chávarry le había comunicado que lo designaría como nuevo líder del equipo especial Lava Jato en reemplazo de Rafael Vela Barba, con quien solía tener una grata amistad.

Chávarry, además, le había consultado a Almanza si consideraba que Marcial Páucar era idóneo para acompañarlo en el equipo.

Almanza lo aprobó. Páucar lo había apoyado antes hasta en tres periodos –entre octubre de 2015 y setiembre de 2017– evaluando la acusación por lavado de activos que interpondría contra miembros de la familia Sánchez Paredes.

Para 2015, y con apenas 33 años, Páucar ya era un reconocido académico con libros publicados sobre el lavado de activos y la criminalidad organizada. Y había encabezado ponencias sobre la materia en conferencias organizadas por el Poder Judicial.

Frank Almanza lo había buscado por esa experiencia, y Rafael Vela, como coordinador de Lavado de Activos, lo cedió para que ayudara en las investigaciones. Desde ese año, la relación entre Almanza y Páucar se fortaleció.

“El equipo especial tiene mi total apoyo, pueden dar fe de que estamos saliendo adelante”.


Ya en la oficina de Chávarry, ubicada en el noveno piso de la sede central del Ministerio Público, este les dijo a ambos que esa misma noche serían anunciados como nuevos miembros del equipo especial Lava Jato.

Almanza, que ya no mostraba molestias por la endodoncia a la que se había sometido días antes, ocuparía el lugar de Vela; y Páucar reemplazaría a José Domingo Pérez Gómez. Sin dar mayores detalles, Chávarry –sin imaginar que por esas remociones sería investigado por el juez Hugo Núñez un año después– les explicó que su decisión se sostenía en una “pérdida de confianza”.

EL RESPALDO. La población protestó contra la salida de los fiscales. (Foto: Renzo Salazar/GEC)
EL RESPALDO. La población protestó contra la salida de los fiscales. (Foto: Renzo Salazar/GEC)

Remoción planeada

Rafael Vela sabía desde octubre de ese año que Pedro Chávarry quería su cabeza. Sabía incluso que Frank Almanza era la opción que barajaba la máxima autoridad fiscal para reemplazarlo, y así se lo contó a gente de su más entera confianza en ese momento.

Pero desde que fue designado como líder del equipo especial, el 20 de julio de 2018, hasta ese mes de octubre, Vela no había tenido problemas con Chávarry. El fiscal de la Nación había respetado la independencia que le garantizó a él y a Pérez para desplegar sus investigaciones, y aunque padecían de carencias logísticas, los fiscales notaban que Chávarry trataba de darles las comodidades para trabajar.

La buena relación entre Vela y Chávarry se notó el día que ambos acudieron al Congreso a detallar la situación de los casos ante la comisión Lava Jato.

Ese miércoles 8 de agosto, vestidos ambos con terno negro, se concentraron en dilapidar al equipo especial anterior, que había encabezado el fiscal provincial Hamilton Castro Trigoso.

Culparon a Castro de haber “roto las negociaciones” con la empresa Odebrecht, que buscaba acogerse a la colaboración eficaz, y de haber puesto en riesgo las investigaciones. Los dos iban en sintonía, pero fue la única vez que se les vio juntos públicamente.

“En ese momento no contaba con mi cinta de fiscal, hasta me prestaron la corbata”.


Punto de quiebre

Todo cambió cuando se detuvo por primera vez a la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, el miércoles 10 de octubre.

Fujimori había acudido a la sede fiscal de la calle Santa Rosa, en el Centro de Lima, a las 9:36 a.m. y apenas entró al edificio fue detenida por agentes de la Diviac. Perú21 fue el único diario que capturó las imágenes de esa sorpresiva detención.

Keiko Fujimori es detenida por la policía el ingresar a la sede de la Fiscalía. Atrás, el jefe de la Diviac, Harvey Colchado. (Mario Zapata/Perú21)
Keiko Fujimori es detenida por la policía el ingresar a la sede de la Fiscalía. Atrás, el jefe de la Diviac, Harvey Colchado. (Mario Zapata/Perú21)

Chávarry quedó incrédulo con la noticia –hasta posiblemente asustado– y llamó inmediatamente a Vela a su oficina. Pero el fiscal coordinador se encontraba en el aeropuerto. Estaba por viajar a la ciudad de Iquitos haciendo uso de unos días libres por licencia.

Al recibir la comunicación de su superior, Vela no tuvo otra opción que suspender su vuelo y acudir a la convocatoria.

Cuando Vela se reunió con Chávarry vestía un buzo deportivo. El fiscal de la Nación, por su parte, lucía ofuscado y le demandó que explicara la razón de la captura de la excandidata presidencial.

“Es lamentable que un alto magistrado continúe siendo tóxico para nuestro Ministerio Público”.


El fiscal superior le dijo que no conocía los pormenores, pero le indicó que respaldaba las decisiones tomadas por el fiscal Pérez, encargado de investigar a Fujimori.

En ese instante, el fiscal supremo reveló que andaba incómodo porque en el Parlamento se discutía una denuncia constitucional en su contra. Esa era la razón de sus temores.

Chávarry, entonces, le recriminó a Vela que Pérez estaba “fuera de control” y le exigió que lo enderezara. “Yo no soy un controlador”, respondió el jefe del equipo especial.

La cita culminó después de eso, y Rafael Vela no volvió a hablar más con Pedro Chávarry hasta el 31 de octubre, cuando el juez Richard Concepción Carhuancho dictó 36 meses de prisión preventiva para Keiko Fujimori.

Remoción frustrada

Tras ser presentado como integrante del equipo especial, Marcial Páucar se retiró a su casa. Apenas se despidió de Pedro Chávarry y Frank Almanza, quien lucía emocionado por su nuevo cargo.

Ese Año Nuevo, Páucar lo recibió sumido en la preocupación. No era lo mismo ser parte del equipo especial en estas trágicas circunstancias que haberlo sido cuando Hamilton Castro lo convocó para integrar el grupo que él lideró por año y medio, desde enero de 2017.

Aunque esa noche, quizás el encuentro con sus familiares le sirvió para que tomara decisiones trascendentales.

“Esa fue una decisión (la remoción) del fiscal de la Nación y no hice más cuestionamientos”.


Al día siguiente, el 1 de enero de 2019, llamó a Almanza y le dijo que declinaría al nombramiento de Chávarry. Almanza no estaba convencido al inicio, pero el proyecto que había aprobado ese mismo día el gobierno de Martín Vizcarra para declarar en emergencia el Ministerio Público lo hizo cambiar de opinión.

Un día después, muy temprano, los dos acudieron al despacho de Chávarry y le comunicaron su decisión. El titular del Ministerio Público se fastidió e intentó hacerlos recapacitar. Pero ninguno cedió. Al fiscal de la Nación no le quedó otra alternativa que reponer en sus cargos a Vela y Pérez, que la noche anterior habían interpuesto una apelación para revertir sus salidas.

Almanza ha contado a su entorno que Rafael Vela hubiera estado de acuerdo con que él lo reemplazara en el equipo especial. Pero cuando Vela se enteró de esa suposición, solo atinó a reírse.

TENGA EN CUENTA:

* El fiscal Rafael Vela contó ante el juez Hugo Núñez que Pedro Chávarry pretendía remover de su cargo al fiscal Germán Juárez porque lo veía “muy lento” investigando al Club de la Construcción.

* Actualmente, Chávarry es investigado por presuntamente integrar la organización criminal Los Cuellos Blancos del Puerto.

* Según el fiscal Pérez, Keiko Fujimori habría “capturado” a la Fiscalía para evitar las investigaciones.