La gestión de Ricardo Belmont en la Municipalidad de Lima fue mala, muy criticada. Solo ganó la reelección con el Trébol que hizo en la Av. Javier Prado, porque quien hace la Vía Expresa, la Plaza Unión, el Mercado Central fue Luis Bedoya Reyes. Los trazos de la Av. Universitaria también los hizo Bedoya y en la gestión de Belmont se empezó a hacer la obra.
Incluso la obra del Trébol la termina su teniente alcalde porque Belmont se fue a EE.UU. por un balazo que le dan en la pierna. Él dijo que fueron sus familiares quienes lo quisieron matar, pero, en realidad, fue un problema de faldas.
La gestión de Belmont fue mala. Él no despachaba, no estaba en la municipalidad. El que manejaba la municipalidad era su teniente alcalde, Dibós. Todos decían que Belmont era ocioso, un alcalde ausente.
Ahora, respecto a lo que ha dicho sobre los venezolanos, si yo fuese alcalde y no permito que ellos trabajen en la Municipalidad de Lima, cometería, en primer lugar, abuso de autoridad; en segundo lugar, es discriminación, la cual está penada; en tercer lugar, podría ser denunciado ante la Corte IDH por esta apreciación de xenofobia.