El juez Richard Concepción Carhuancho rechazó la solicitud de recusación que interpuso contra él la defensa del ex dirigente fujimorista Jaime Yoshiyama, investigado por los presuntos aportes irregulares que habría recibido la campaña de Keiko Fujimori en 2011.
Humberto Abanto, abogado de Yoshiyama, había argumentado que el magistrado vulneró el principio de imparcialidad, pues en declaraciones a la prensa dijo que "hay un partido político que tiene capturado el Ministerio Público", en alusión a Fuerza Popular.
Asimismo, el letrado sostuvo que, en otras declaraciones, el mismo juez manifestó que las remociones de los fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez del equipo especial "significó un golpe a la institucionalidad". Pérez, como se sabe, es el que investiga el caso que implica a Yoshiyama y Fujimori.
Sin embargo, Concepción alegó que no incurrió en parcialidad porque en su resolución judicial del 10 de noviembre de 2018, con la que dictó la prisión preventiva para Vicente Silva Checa, expuso que el partido político tenía la inteción de "mantener presionado" al entonces fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, "de cara a tener capturado a fin de obtener beneficio a futuro" de parte de ese funcionario.
Con esas consideraciones, el juez rechazó la recusación con una resolución expedida el 8 de enero. Pero ahora esa decisión debe ser evaluada por la Segunda Sala Penal de Apelaciones.
Para atender ahora este caso, esta última instancia ha solicitado, a través de un escrito de fecha 10 de enero, a la Presidencia de la Corte Superior de Justicia Especializada en delitos de Crimen Organizado y Corrupción de Funcionarios si el juez Concepción tenía autorización para declarar a los medios.
Sobre Jaime Yoshiyama pesa una orden de prisión preventiva por 36 meses. Pero el ex secretario general de Fuerza 2011 (hoy Fuerza Popular) se encuentra en Estados Unidos desde el año pasado, supuestamente asistiendo a citas médicas.
Según contó el ex directivo de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, entregó US$1 millón a Yoshiyama para financiar las actividades proselitistas del fujimorismo en 2011.