El premier César Villanueva ha combinado su discurso con la tónica que ya había planteado el presidente Martín Vizcarra. Por eso, que haya amarrado la confianza a que el Congreso saque el paquete de reformas y lo lleve al referéndum no es nada nuevo.
Creo que el gobierno de Vizcarra ha dado un paso de no retorno y ese va a ser el tono que lo va a caracterizar de aquí en adelante, por lo menos mientras Villanueva esté donde está y mientras el mandatario vea que su popularidad se mantiene alta.
Si todo sale airoso con esta iniciativa que ha planteado con las cuatro reformas, seguramente el presidente va a pensar que este es el único modo de operar que le queda y dentro de los pocos recursos que le quedan; quizás no tiene otra salida.
Lo complicado va a ser cuando los problemas reales terminen de manifestarse más claramente. Me refiero a la reconstrucción, a la seguridad ciudadana, a que la economía se resienta por un contexto internacional un poco adverso. Ahorita estamos discutiendo sobre cosas que son importantes, pero que no definen el día a día de la gente.
Vizcarra ha recogido con mucha sensibilidad el hartazgo de la gente hacia al Congreso, pero en una circunstancia más pesada, esto pasará a un segundo plano