Ha pasado ya una semana desde que el cuerpo de José Miguel Castro fue hallado sin vida en su domicilio de Miraflores. Al parecer iba a revelar las aparentes coimas que habría recibido Susana Villarán, cuando era alcaldesa de Lima, por parte de Odebrecht y OAS.
Castro habría estado dispuesto a contar más sobre este tema en el juicio contra Villarán, que se llevará a cabo dentro de dos meses. Su muerte ha dejado una estela de dudas y sospechas, pero no es la única vez que un personaje clave del Caso Lavajato muere en extrañas circunstancias.
«En América Latina, en el Perú, este creo que es el primer caso directo que se conoce. La desaparición de José Miguel Castro Gutiérrez en tanto no parece ser un suicidio, desaparecer testigos es una de las modalidades que han utilizado», señaló Rosa Bartra para Cuarto Poder.
Y es que no es el primer caso. En Colombia el 2018, el caso Odebrecht dio un giro inesperado con la muerte repentina de Jorge Enrique Pizano, quien era un testigo clave en la investigación.
Al año siguiente en Brasil, la muerte de otro testigo clave remeció las investigaciones en ese país. Henrique Valladares, exdirectivo de la constructora brasileña, fue hallado muerto en su departamento de Río de Janeiro en extrañas circunstancias.
Y es que durante años, Castro realizó diversas declaraciones que complicaban la situación de Susana Villarán, que develaban su actuar cuando estaba a cargo de la alcaldía de Lima. Confirmó en su declaración, como imputado, que se pactó un beneficio para las constructoras a cambio de apoyo económico para la campaña «No a la Revocatoria».
Según Castro en su declaración ante la Fiscalía, Villarán estaba al tanto de los pedidos de las constructoras brasileñas.
«Las actas de trato directo y una propuesta de acta de trato directo final en la se reconocían alrededor de seis puntos de la demanda de línea amarilla que involucraban el reconocimiento de ciento cuarenta millones de dólares adicionales para la empresa constructora OAS y pagar las expropiaciones que línea amarilla tenía que presentar, lo cual sería compensado a través de 2 incrementos tarifarios sobre el peaje futuro de 0.5 soles cada uno», señalaba en su declaración.
Esta y mucha más información exponía el actuar de Villarán en el Caso Lavajato. En el juicio, que está a solo dos meses de empezar, se sustentará por parte de la Fiscalía una acusación contra Susana Villarán por los presuntos delitos de asociación ilícita, colusión, lavado de activos y falsedad genérica por las entregas de dinero para la campaña por el No a la Revocatoria.