La semana de representación se instituyó en 2011. Se les asigna un presupuesto para pasajes, alojamiento y logística. En 2017 se tomó un acuerdo para que se les entregue S/2,800.
La llamada semana de representación tiene cinco días hábiles de trabajo. Los congresistas debían ir a informarse a sus regiones de los problemas y denuncias de los ciudadanos.
En primer lugar, estas actividades tienen que ser desarrolladas en la circunscripción electoral del congresista. En segundo lugar, se tienen que desarrollar actividades destinadas para escuchar a la población.
Si un congresista no desarrolla esas actividades, no le corresponde recibir esos recursos para financiar su semana de representación. Si los recibieron, deben devolver en su totalidad lo que se les entregó.
Lo primero que hay que hacer es lograr que el Congreso avance en la transparencia y explicar cuál es el régimen de la semana de representación. La participación en prensa se puede dar siempre y cuando previamente hayan estado en su región escuchando las demandas de los ciudadanos.