Esta tarde, el fiscal argumentó su pedido de impedimento de salida del país contra el ex presidente , a quien recientemente se le amplió una investigación preliminar en su contra por los presuntos delitos de lavado de activos y colusión agravada.

Durante su exposición, el fiscal indicó que la indagación que se sigue contra Alan García está basada en documentación enviada por la propia empresa brasilera Odebrecht, gracias a la cual “ahora sí se le va a investigar como corresponde”.

“No es el Ministerio Público quien viene formulando juicios sin evidencia. Por el contrario, hemos dado cuenta en la presentación de nuestro requerimiento de que ahora sí se le va a investigar como corresponde al ciudadano Alan García por haber recibido dinero de la empresa Odebrecht”, afirmó el fiscal durante la sesión.

Asimismo, José Domingo Pérez indicó que el ex mandatario ha reiterado en distintas oportunidades que es de conocimiento público que su lugar de residencia es la ciudad de Madrid (España); sin embargo, cuando fue citado por la fiscalía dijo que vivía en Miraflores (Lima).

“Él (Alan García) ha señalado que es de público conocimiento (que vive en Madrid); sin embargo, cuando la fiscalía lo citó dijo que vivía en Miraflores, lo que evidencia que no ha dado la información correcta a la fiscalía”, dijo.

Por su parte, Erasmo Reyna, abogado de García Pérez, desmintió esta información y dijo que desde hace un año el ex presidente vive en el Perú. “El tiempo avanza y la referencia de la residencia del señor García en España es pasado, hace un año”, mencionó.

Habiendo escuchado los argumentos del fiscal y de la defensa de Alan García, el juez Juan Carlos Sánchez Balbuena del Segundo Juzgado Nacional de Investigación Preparatoria del Sistema Anticorrupción, aceptó el pedido fiscal de impedimento de salida contra el ex presidente por 18 meses.

García Pérez es investigado por presuntamente haber recibido pagos ilícitos de la constructora brasilera Odebrecht. Según el portal IDL Reporteros, la empresa pagó al ex presidente 100 mil dólares por una conferencia desde una cuenta oculta con la que también pagó sobornos en países América Latina.