Empieza una semana clave en la que el Congreso decidirá la continuidad de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) como presidente de la República. En esta entrevista, José Carlos Requena nos ayuda a analizar los escenarios que podríamos ver los siguientes días.
En el debate de admisión del pedido de vacancia de PPK, la palabra que más se mencionó fue el “debido proceso”. ¿Cree que se está respetando hasta aquí?
El modo que plantea el reglamento del Congreso y la Constitución para el procedimiento de vacancia es muy general y, dentro de esa generalidad, el debido proceso, que implica escuchar al presidente, se está respetando.
Analizando la coyuntura, las revelaciones y declaraciones de Odebrecht y de PPK, ¿es posible que este jueves explique exitosamente la relación laboral que tuvo en el pasado?
Es un tema bien complicado porque, al margen de si fueron pagos por reembolsos o el momento preciso en que estos pagos se dieron, lo cierto es que hubo una relación entre Westfield y el presidente y que, de algún modo, lucraban mientras el hoy presidente era un alto funcionario del Estado. Es un claro conflicto de intereses que el presidente parece no percibir y esto podría ser considerado un delito. Eso lo determinará la Fiscalía, pero sí es un caso muy controversial y la defensa que han hecho los voceros del gobierno la he sentido más como un pedido de reducción de pena que de absolución.
Como una especie de súplica, de “por favor, no lo vaquen”.
Sí, porque es poquísimo el espacio que tiene, es una defensa muy complicada. Si a eso le sumas el silencio que están teniendo los principales voceros del gobierno, me refiero a los ministros, ya es aún más complicada.
Ese mismo análisis tiene la mayoría del Congreso. ¿Cree que la suerte del presidente ya está echada?
En política, y en general en las actividades humanas, no puedes predecir el futuro como en las ciencias exactas, pero lo que se puede decir es que está en una posición absolutamente complicada y en el supuesto, para mí poco probable, de que se salve de la vacancia, quedará seriamente debilitado. Eso sin contar que a lo largo del debate pueden presentarse muchas cosas que lo van a volver más vulnerable.
¿Más pruebas?
Más pruebas o simplemente más insultos. Entonces, tienes un presidente muy debilitado, con una popularidad que se reduce 9 puntos en un mes, sin voceros políticos que lo defiendan porque los ministros están callados, empezando por la premier Mercedes Aráoz, que tú dices “si esta es la defensa que va a tener los tres años y medio que le restan, ya siendo salvado por la vacancia, y al frente tienes una oposición claramente hostil, es una situación bien complicada”. Lo del jueves yo pensaría que es una cosa de plazos, si el gobierno de Kuczynski con Kuczynski termina el jueves o antes del jueves, y de modos, si se anima a renunciar o si al final lo vacan.
¿La renuncia, entiendo, tampoco debemos descartarla?
Efectivamente. El jueves a las 8:00 a.m. puede decir “yo renuncio” y se termina todo. Vamos a ver qué dice el presidente en las próximas horas.
¿Influirá en el Congreso o en la defensa del presidente esta carta que Odebrecht entregó a un medio de comunicación que informa que quien negoció las asesorías fue exclusivamente Gerardo Sepúlveda?
Ese seguramente será el principal elemento de la defensa del presidente. La gran revelación de esta carta es que el dinero no procedería de las cuentas de la llamada Caja 2, pero igual los pagos se habrían realizado cuando el presidente, siendo alto funcionario del Estado, mantenía intereses en una empresa privada, lo cual es claramente cuestionable. Entonces, se salva solo de un aspecto de toda la acusación.
¿La imagen del Congreso, que es quien toma esta decisión política, cómo queda? ¿Serán los malos de la película o los paladines anticorrupción?
El Congreso es una institución poco aprobada no solo en Perú, sino en todas las democracias. Además, este Congreso representa solo al 50% de la población si descuentas el ausentismo, los votos en blanco y nulos, y la gente que votó por partidos que no están en el Congreso, como los que apoyaron a Gregorio Santos. Ahí ya tienes un problema de representatividad forzado por disposiciones electorales que el fujimorismo no inventó. A eso agrégale que, por la fuerza tan grande que tiene el fujimorismo, se los asocie con todo el Congreso. Sin duda esto les va a generar un desgaste.
¿Se atrevería a especular cómo sería un mandato de Martín Vizcarra?
Preferiría esperar a que eso se concrete. Creo que un pasivo que podría tener Vizcarra es su involucramiento en el caso Chinchero, pero si tiene un enfoque mucho más político que el que ha representado PPK, quizás tenga un buen desempeño.
¿Una salida de PPK puede ser renunciar con sus vicepresidentes para que Luis Galarreta asuma la presidencia?
El fujimorismo va a pensarlo dos veces antes de asumir las riendas del país porque eso también los desgastaría. Si renuncian los dos vicepresidentes, el fujimorismo tendría que hacer algún arreglo para darle la presidencia del Congreso a otra fuerza política. La política es el arte de lo posible, así que cualquier cosa puede pasar.
AUTOFICHA
- “Soy socio de la consultora 50+1. He sido asesor político de la Embajada de Estados Unidos y consultor de IDEA, PNUD, Centro Carter, el Instituto Democrático Nacional (NDI), Banco Mundial, el BID. He publicado el libro Una gran ingenuidad: El Movimiento Libertad 1987-1989”.
- “Abogados como César Nakazaki tienen una interpretación para el juicio político. Los abogados tienen distintas posiciones, pero, dentro de la generalidad del reglamento y la Constitución, yo veo que se está respetando el debido proceso”.
- “Ya hubo en el Perú casos de menos envergadura en los que renunció un funcionario público antes de ser sacado del cargo. Un ministro, por ejemplo, cuando ha querido parar una censura, renunció el mismo día en el que se debatía su continuidad en el Congreso”.