El analista político José Carlos Requena reflexiona sobre el desarrollo del Congreso de la República tras la conformación de nuevas bancadas.
La legislatura culminó con la creación de nuevas bancadas. Más del doble de la cantidad de grupos que iniciaron en 2016 deberán ahora ponerse de acuerdo en los temas que atañen al Parlamento. ¿Qué tanto puede cambiar el funcionamiento del Congreso?
Va a cambiar mucho. Creo que el trámite que se ha tenido respecto a la ley orgánica de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) te anuncia lo complejas que van a ser las negociaciones de un Congreso tan fragmentado. Esto no es necesariamente bueno o malo, simplemente creo que es una nueva coyuntura en la que el Ejecutivo va a tener que dotarse de un mayor soporte del que ha tenido ahora, porque hasta ahora ha privilegiado el escenario de la opinión pública y esta no es la que da leyes.
Es decir, las bancadas tendrán que dialogar más entre sí y el Gobierno también lo deberá hacer con cada uno de los grupos.
Claro, y el Gobierno va a tener que cambiar esta cuestión un poco distante, porque hasta ahora lo que hemos visto, por lo menos desde que Vizcarra se empoderó, es un arrinconamiento al Legislativo para que haga su voluntad. Ya en el fracaso de la ley de declaratoria en emergencia del Ministerio Público y luego en la aprobación de la ley de la JNJ se ha visto una cosa más negociada. Esta, seguro, va a ser la tónica que guarde las relaciones Ejecutivo-Legislativo en el futuro.
Hemos pasado de una etapa en la que se buscaba una solución al fraccionamiento de bancadas para ahora celebrar la conformación de nuevos grupos en vista de la coyuntura. ¿Ese giro es bueno?
Es, si quieres, más realista. La mayoría inmensa que tenía Fuerza Popular (FP) no correspondía con la representación real. FP representaba en términos electorales el 20% del electorado y, sin embargo, era más de la mitad del Parlamento. Esta disonancia ahora se ha sincerado, pero eso también te abre a tratativas mucho más complejas. Ahora elegir a los miembros del TC va a ser muy difícil. Se tendrá que ceder hacia uno u otro lado.
¿Qué tanto influirá en el desarrollo del Congreso que FP haya perdido miembros en el Consejo Directivo?
Creo que por muy debilitada que esté FP y por muy venida a menos que esté su imagen, sigue teniendo los votos y, en consecuencia, va a ser un actor relevante con o sin control del Consejo Directivo. El pleno es el que da las decisiones finales y ahí FP sigue teniendo una presencia muy importante, de hecho la sanción a López Vilela casi se cae con los votos de FP y sus aliados. Entonces, sí, el fujimorismo está debilitado, pero no está liquidado.
¿Cuál debería ser ahora el comportamiento de FP, del oficialismo y de las demás bancadas?
Creo que les toca a todos los actores políticos ser menos intransigentes para que no queden descolocados. Deberán ir a negociación uno a uno y estar listos a ceder.
¿Ve espacio para que FP recupere poder?
No. El mejor escenario al que puede aspirar es mantenerse como está. Yo no creo que esta nueva bancada vaya a ser un satélite de FP. Puede ser un aliado, como el Apra para FP o la Bancada Liberal para el Gobierno, pero no creo que vayan a ser un satélite. Y, como te digo, no creo que FP recupere curules; sí es posible que se deteriore más al tener sus miembros pocos estímulos para seguir unidos.