El diario brasileño Folha de Sao Paulo informó que el suicidio del ex presidente Alan García dejó "devastado" al ex superintendente de Odebrecht en el Perú, Jorge Barata, quien deberá declarar del 23 al 26 de abril sobre los pagos ilícitos que hizo la compañía a funcionarios peruanos.
El medio indica, además, que esa noticia "cayó como una bomba" a otros representantes de la constructora brasileña.
Según O'Globo, otro periódico brasileño, representantes de la compañía pasaron el último miércoles, día en que el ex mandatario se tiró un balazo a la cabeza cuando iba a ser detenido por la policía, "intercambiando mensajes sobre la tragedia".
"Fueron pocos los que tuvieron el coraje de llamar a Jorge Barata, ejecutivo de la empresa que actuó durante diez años en Perú. Amigo de García, Barata pasó el día abatido con la noticia", reveló el medio.
Incluso, uno de los 77 ex ejecutivos que se convirtió en delator contó el pesar que sintieron los ex directivos. "La conmoción fue muy grande, García era amigo de muchos colegas. Fue uno de los días más triste para nosotros desde que cerramos el acuerdo", citó O'Globo.
También se informó que hubo temor entre los familiares de Emilio Odebrecht, dueño del grupo Odebrecht, que este sea afectado con el acontecimiento. Solo tres semanas antes había sido sometido a una cirugía al corazón. "Según amigos, Emilio conocía al ex presidente peruano y lo consideraba una gran persona", se conoció.
Fuentes fiscales cercanas al equipo especial Lava Jato confirmaron a Perú21 que lo sucedido con García no variará el interrogatorio programado a Barata.
El Ministerio Público investigaba al fallecido ex mandatario por la recepción de US$100 mil ilícitos que habían sido entregados –según su hipótesis– por Odebrecht, simulando un contrato por la realización de una conferencia.
Pero otra imputación apuntaba al presunto pago de sobornos por la concesión del Metro de Lima.