(Mario Zapata)
(Mario Zapata)

Redacción PERÚ21

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Uno de los principales problemas del Perú es su baja calidad educativa. Prueba de ello fue el promedio que obtuvimos –en diciembre del 2013– en el examen del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), que desarrolla la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), donde ocupamos el último lugar en comprensión lectora, matemática y ciencia, entre 66 países.

La alarma que despertaron estos resultados fue ingente. Más aún por el hecho de que nos tomaba a solo un mes de la juramentación de un nuevo ministro de Educación: Jaime Saavedra.

Economista, con un currículo impoluto, Saavedra ingresaba a esta cartera en reemplazo de Patricia Salas, quien no había tenido un buen desempeño en el sector. Pocos imaginaron que este nuevo ministro emprendería una revolución educativa en el Perú, y que sus logros lo pondrían en este 2015 como el segundo personaje más destacado del año para Perú21.

LA VERDADERA REVOLUCIÓNEl 3 de diciembre del 2013 se publicaron los resultados de la prueba PISA. Ese mismo día, Saavedra concluyó que necesitábamos cambios dramáticos en el sistema educativo debido a que estábamos a la zaga de los países de la región. Allí comenzó la transformación.

Instaló un proceso de meritocracia en el magisterio –para darles la oportunidad de crecer a los docentes– e incrementó los sueldos según los resultados de las pruebas, mejorando así la calidad educativa.

Al año de su gestión, el 14 de noviembre de 2014, Jaime Saavedra era aplaudido en el CADE Ejecutivos, en Paracas. Había consenso y satisfacción entre los empresarios por los logros que había alcanzado en poco tiempo.

La educación, ahora, está camino a ser la prioridad del país. En el 2016, el presupuesto para este sector alcanzará el 4.1% del PBI y se invertirán US$1,000 al año por cada alumno que va al colegio. Épico, aunque para Jaime Saavedra aún no es suficiente.

Al inicio de su gestión, nadie apostaba por él. Hoy, los líderes opositores al gobierno ovacionan su labor y esperan que se mantenga en su puesto al culminar este mandato. Hay consenso en que, con este ministro, el Perú va rumbo a la nota más alta.