Para muchos, Alejandro Toledo fue el símbolo que reivindicó la democracia en el Perú tras la caída del régimen de Alberto Fujimori (1990 – 2000), pero diversos indicios de corrupción mitigaron ese idealismo de 'cholo sano y sagrado' hasta el punto que el sentimiento de agradecimiento se convirtió en profunda decepción.
A sus 54 años, Alejandro Toledo lideró la Marcha de los Cuatro Suyos que significó un quiebre en la política peruana ya que la movilización —realizada el 26, 27 y 28 de julio de 2000— denunció las irregularidades cometidas en la tercera relección presidencial de Alberto Fujimori.
El líder de Perú Posible siempre fue consciente de su importante rol en el país, e incluso del reconocimiento de sus acciones por los peruanos. En una entrevista de octubre pasado con el diario argentino El Clarín, el ex mandatario destacó su lucha a favor de la democracia.
_"Creo que como sucedió en el Perú en la lucha contra el fujimorismo, la coalición democrática es muy importante para mantener la presión en las calles. Si nosotros no hubiéramos hecho la Marcha de los Cuatro Suyos, Fujimori todavía estaría gobernando en nuestro país. A pesar de las disidencias entre los que éramos oposición, teníamos un objetivo claro, que era el fin del fujimorismo".
Luego de gobernar el país, en el periodo 2001-2006, y dejar una creciente economía, Alejandro Toledo abandonó el sillón presidencial y continuó siendo una figura recurrente en la política peruana, pero ¿qué pasó para que ahora esté a punto de estar en prisión? Bueno, todo dio un giro no tan inesperado.
Hace cuatro años, un informe periodístico reveló detalles sobre los vínculos irregulares del entorno más cercano de Alejandro Toledo y sobre todo dio luces de la creación de Ecoteva, una empresa off shore en Costa Rica que tenía fondos traspasados por el empresario israelí Josef Maiman, amigo cercano del líder de Perú Posible.
Así se fue conociendo una larga lista de sobornos y hechos de corrupción que tienen en la mira a Alejandro Toledo al ser acusado de recibir US$ 20 millones por parte de la firma brasileña Odebrecht con el fin que se adjudicara los tramos 2 y 3 de la carretera Interoceánica Sur.
La Fiscalía ha pedido 18 meses de prisión preventiva contra el ex mandatario, quien se encuentra fuera del país. Pese a que dejó una huella de lucha contra la dictadura, ahora, a los 70 años, su presente y futuro se ven empañados a causa de la enemiga más tentadora llamada corrupción.