El preámbulo que hizo la ministra Flor Pablo en el Congreso fue fundamental porque subrayó la importancia de la institucionalidad que no ha sido respetada. En los últimos 20 años, un ministro de Educación ha durado nueve meses en el cargo en promedio. No se puede construir una política educativa con esa precariedad.
El llamado a la institucionalidad me pareció importante, porque el tema educativo es esencial.
La mirada ahora debe ser propositiva, a largo plazo, hacia adelante. Los errores (en los textos educativos) suceden y una vez que se detectan se corrigen. Hay razones para estar optimistas en nuestro futuro y para ello se debe priorizar una educación de calidad para todos.
Es momento de dar los pasos siguientes. Las últimas dos décadas el país se ha enfocado en tener una mejor economía, con un régimen fiscal sano, en reducir la pobreza, pero aún hay una tarea pendiente y que se ha postergado, y es la mejora de la educación, así como de la salud.