“Huancavelica rechaza a congresistas y ministros”

Parecía que por fin el Gobierno se preocupaba por una de las regiones más olvidadas, Huancavelica, que tiene los índices más altos del país en desnutrición, anemia, pobreza extrema, exclusión social; evidentemente requiere una atención prioritaria, más aún si no ha tenido presencia del Estado, ni siquiera durante las manifestaciones a inicios del gobierno de Boluarte.

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Recordemos que esa vez en Huancavelica los manifestantes literalmente tomaron la ciudad, quemaron las oficinas del MTC y los vehículos estacionados; además atacaron la sede del Poder Judicial, la sala de audiencias penales, la fiscalía anticorrupción. De la misma manera sucedió en Lircay, distrito de la provincia de Angaraes, donde atacaron también la sede de la Fiscalía; inclusive se quiso tomar la estación eléctrica de Friaspata que es la que abastece la energía eléctrica a Huancavelica, parte de Ica y Lima sur. Nada de esto fue reportado por los medios de comunicación y menos por el Gobierno.

Después de más de un año, anunciaron para ayer la presencia de una comisión de alto nivel para atender las múltiples demandas de la región, que incluían abordar la construcción de un aeropuerto y la reactivación del llamado ‘Tren Macho’, el servicio ferroviario histórico que une el centro del país y que debería ser el eje vial de desarrollo económico y social de Huancavelica.

A la convocatoria asistieron los congresistas de la región y los ministros del MEF, MTC y MIDIS; y parecía que por fin se abordaba en serio los problemas de la región Huancavelica —aunque resaltó la ausencia del gobernador regional—, pero todo este esfuerzo quedó descalificado cuando se hicieron presentes piquetes de manifestantes, estudiantes de la Universidad Nacional de Huancavelica, que exigían que se larguen los ministros y los congresistas. La protesta generó escenas de violencia y enfrentamientos con la Policía, que por suerte no llegaron a mayores, pero que evidencian el rechazo a las autoridades que nos gobiernan y que debería hacer entender al Gobierno y al Congreso que el rechazo que tienen ya es generalizado.

Ahora, podemos comprender por qué la presidenta Boluarte no quiere salir a dar cara y prefiere nombrar a un supuesto vocero de Palacio, un ilustre desconocido que ahora hasta envía mensajes a la Nación, cuando en realidad lo que necesita el país es que se termine toda esta crisis política y moral del país originada por ellos.

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