El economista dialogó esta semana con Perú21. Lo hizo en domicilio para hablarnos de su trabajo sobre la conflictividad minera relacionada con la propiedad del suelo. Pero también para darnos su punto de vista sobre la lucha contra la corrupción y las reformas emprendidas por el gobierno, entre otros temas.

Quisiera empezar por el tema minero. Hace poco estuvo Ud. ante muchos mineros informales y propuso una nueva teoría para enfrentar la conflictividad minera. Señaló que hay una discrepancia fundamental entre el valor de lo que está debajo del suelo, y se cotiza a nivel internacional, como el oro, cobre, y lo que está encima del suelo, que se cotiza a precios locales. ¿Por qué esta discrepancia es tan importante para entender la conflictividad minera?

Hasta hace 60 años (...) se incluía a cualquier tipo de propiedad sobre la tierra un derecho de servidumbre. Es decir, si se encontraba minerales, quien tenía la concesión debajo de la superficie dominada por los pobres iba a tener que comprar esa superficie y el otro iba a tener que vender o, en el peor de los casos, se le desalojaba. Lo que ha ocurrido es que han ido pasando varias normas (...) y ahora la legislación internacional les ha dado el derecho no solamente de ser consultados sino, por convenios internacionales y más de 1400 normas peruanas, sencillamente a no vender si no les da la gana. Entonces, la propuesta nuestra es la siguiente: que en el Perú, debería el suelo que se cotiza a precio nacional, ser también cotizado a precio internacional (como los minerales).

Ahora, no todos los conflictos mineros giran en torno a la disponibilidad de terrenos y la tenencia sino que hay problemas ambientales. La conflictividad con Tía María tiene que ver también con la preocupación por la contaminación al valle del Tambo. ¿Podrían con ese enfoque resolver ese tipo de conflictos?

Claro que sí. (…) Si lo que yo estoy preparando son espárragos, (para) comenzar a hacer de eso no una actividad artesanal sino industrial, escalar hacia arriba y agarrar precios internacionales, (…) lo que necesito es asociarme con Unilever o Nestlé o Hersheys o grandes transnacionales. (…) Muchos de los problemas llamados agrícolas ambientales responden sencillamente por la incapacidad de una organización pequeña de tener una alternativa dentro del mundo industrial. Cuando se les presente eso van a estar en mejor condición de asegurarse que no se dañe el medio ambiente, van a estar más poderosos, no van a ser los hombres o mujeres más pobres del barrio y se va a cubrir ese tema.

Se cumple un año desde que el presidente Vizcarra emprendiera una reforma de justicia y política y ha habido avances. ¿Estamos en una situación de instituciones más fuertes que coadyuven a un mejor funcionamiento del sistema de partidos políticos?

Creo que es muy bueno que el presidente (Martín) Vizcarra le haya dado prioridad a eso. Gran parte del problema es que tenemos una especie de democracia simulacro. (…) Tenemos congresistas que, a diferencia de los países del norte de Europa, Estados Unidos, Japón, no los elegimos como individuos, (…) los congresistas peruanos son leales al jefe del partido.

Un poder protagónico ha sido el Poder Judicial que ha emprendido una lucha para sancionar a los responsables, sobre todo por el caso Lava Jato. Hay quienes, incluso, consideran que se han cometido excesos. ¿Cómo valora usted el desempeño del Poder Judicial y de la Fiscalía en el último año?

Es un esfuerzo extraordinario comparado al resto de países latinoamericanos. La gente dice: ‘caramba, hay cinco en vísperas de entrar a la cárcel, o entrar y salir o posiblemente volver a entrar’. Como todos los procesos en el mundo, la primera vez es con muchas injusticias porque recién se sienten en libertad de hacer lo que han debido hacer hace mucho tiempo. (…) Aplaudo el sistema de lucha contra la corrupción, no aplaudo que de vez en cuando hay particular severidad con algunos de los arrestados.

¿Cree que es un Poder Judicial independiente? Hay quienes acusan al Ejecutivo de entrometerse en los asuntos judiciales.

Yo no creo que haya país donde no hay acusación de que el Poder Judicial favorece a uno u otro. (…) Los jueces son también parciales y eso no es insulto, es sencillamente una observación humana, una de las razones por las que hay un pueblo contento y hasta cruel. Hay que ver los dibujos, los cartoons que están sacando todos los periódicos, son de una crueldad extrema, pero la razón es que la gente de abajo, los que no tienen conexiones, los que no tienen celdas especiales, ahora están viendo que también le cae a los de arriba; (…) estamos viendo un país más democrático. Yo veo todo este desorden como un cierto progreso, me parece bien.

En el año 2000, cuando se descubre la corrupción que existía al final del régimen fujimorista, había la expectativa de que, en el futuro, podríamos vivir con un Estado más honesto pero parece que no aprendimos la lección. ¿Qué podemos hacer para aprender del escándalo Lava Jato y no repetir la historia?

Yo creo que varias cosas. Esto no es de empresarios que vienen al Perú a ver cómo pueden coimear, vienen apoyados por un sistema financiero (…) cuyo objetivo es cómo vendo yo a cualquier costo lo que produzco en mi país porque de eso depende mi balanza de pago. (…) Cada vez que lo invitan a usted a un cocktail, a una embajada, alguien –por instrucción de la capital de un país afuera– lo está sobando, ablandando a la calidad de los productos que van a venir de su país. (…) En segundo lugar, desarrollar lo más posible ingeniería nacional para que esta pueda hacer el trabajo de ensamblaje. (…) Este país tiene que aprender a ser buen comprador y eso significa no hacer las cosas que hacía también Pedro Pablo Kuczynski abiertamente: ‘Oye, estos son los distintos costos que tenemos y hay que sacar adelante esto porque si no, no nos va a ir bien’. No, esa no era la respuesta. La respuesta era: ¿dónde están las propuestas alternativas? ¿Se juzgaron bien? ¿Por qué? Porque todos nosotros sabemos que desde un concurso Miss Universo hasta comprarse una corbata hay que comparar y por eso tenemos estándares, para comparar.

Estamos cerca al bicentenario como república. ¿Además del fútbol y la cocina, hay otras razones para ser entusiastas y optimistas por el futuro del Perú?

Todo lo que se presenta en el futuro inmediato no da acervo para ser muy optimista. Los mercados están bajando, hay una guerra de clases entre los dueños de la superficie y los dueños de lo que es el subsuelo y hasta que no se resuelva eso ningún diálogo va a llevar a una conclusión duradera. Las reformas políticas, es bueno que se esté pensando en ellas, me gustaría que hubiesen sido más, me gustaría que hubiésemos tenido más democracia directa, que entendamos que una cosa es referéndum y otra plebiscito. Se está literalmente arrestando a gente, es un tema. Hay una ola que ya comenzó y que deberíamos llevar hasta sus últimas consecuencias. (…) El Perú está en buenas manos localmente, (…) Lima tiene que aprender a conectarse de una forma eficiente con sus provincias y sobre todo con su gente. (…) Seguimos diciendo que lo que falta es educar a nuestro pueblo cuando lo que deberíamos estar diciendo es cómo dejamos de intervenir un poco más. Yo creo que esa es una razón para ver las cosas con optimismo aparte de lo cual tenemos la mejor comida del mundo, las mujeres más guapas del mundo y eso ayuda.

TENGA EN CUENTA

Hernando de Soto es economista. Fue presidente del Instituto Libertad y Democracia que, en su momento, fue considerado por The Economist como uno de los dos centros de investigación más importantes del mundo.

Es autor de varios libros destacando El Otro Sendero. La respuesta económica al terrorismom en coautoría con Enrique Ghersi y Mario Ghibellini.

Actualmente trabaja en una propuesta para reducir la conflictividad minera relacionada con la propiedad del suelo.

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