Heriberto Benítez, el ahora abogado de Alejandro Toledo, fue congresista por el Frente Independiente Moralizador (FIM) y luego de Solidaridad Nacional. Al final, se quedó sin bancada, pero en la votaciones fue muy cercano al Partido Nacionalista.
Tan es así que en las últimas elecciones fue incluido por un corto tiempo en la lista del nacionalismo, pero salió en medio de un escándalo y a pedido del entonces candidato presidencial, Daniel Urresti.
Envuelto en diversas acusaciones, en el año 2015, el Congreso lo suspendió por 120 días por supuestamente haber interferido en la labor de los fiscales durante el allanamiento de "La Centralita", que fue usada por el encarcelado gobernador regional de Áncash, César Álvarez, como local para espiar y presionar a sus opositores.
El año pasado, Heriberto Benítez fue incluido en la investigación preparatoria de dicho caso por los presuntos delitos de asociación ilícita para delinquir, encubrimiento real, violencia y resistencia contra la autoridad.
En el año 2014, el entonces procurador anticorrupción Christian Salas sindicó a Heriberto Benítez como el nexo de redes de Rodolfo Orellana y César Álvarez.