Al presidente de Colombia no le interesa estropear relaciones con Perú

Desde que Pedro Castillo intentó quebrar el orden constitucional, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se ha pronunciado en reiteradas ocasiones sobre el Perú. Sus declaraciones han sido de apoyo a Castillo y críticas hacia el gobierno peruano y las fuerzas del orden. Durante su último discurso sobre nuestro país, Petro llegó a comparar a nuestros efectivos de la Policía Nacional con nazis.

“En el Perú (la PNP) marcha como nazis, contra su propio pueblo”, señaló el mandatario.

Esta comparación generó que la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso lo declare persona “non grata”. Asimismo, el exembajador Hugo de Zela calificó de “inaceptables y repudiables” los comentarios del presidente. Sin embargo, De Zela pide no “permitir que las relaciones entre Perú y Colombia sean dañadas por lo que diga Petro”.

Desde Colombia

Pero, el rechazo no solo es de políticos peruanos. Paloma Valencia, senadora de Colombia, señaló a Perú21 que “queda un sinsabor que el presidente Petro, por considerarse fiel a la ideología política de Castillo, pretenda estigmatizar a las fuerzas democráticas del Perú y su fuerza pública”. Asimismo, consideró que la vacancia del golpista y la sucesión constitucional “obedece a que se siguieron los conductos regulares que su Constitución establece”.

En ese mismo sentido, el exmiembro de la Cámara de Representantes de Colombia, Juan David Vélez, aseguró que las declaraciones del mandatario le generan “vergüenza” y consideró que son motivadas por una “ceguera ideológica”. “Ahí no están primando los intereses de las naciones, ni los de los ciudadanos, sino la imposición de la ideología socialista de Petro”, resaltó.

El exguerrillero del M-19 debería dejar de mirar la paja en el ojo ajeno; miles de colombianos salieron a protestar contra las reformas que pretende realizar su gobierno de izquierda en sectores como el de salud y pensiones. Aquella manifestación superó ampliamente a la que él convocó para apoyar sus reformas.

Todo indica que al presidente Gustavo Petro no le interesa que las sólidas relaciones entre Perú y Colombia se vean afectadas. A pesar de que representa a 50 millones de colombianos, ha decidido sacrificar la amistad entre ambos países por defender a un golpista.

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