GONZALO ZEGARRA // ANALISTA POLÍTICO
Pedro Castillo está poniendo al Congreso en una situación totalmente al límite obligándolo a decir: “confío en filo terroristas” y eso es inaceptable. Lo que debió hacer el presidente es cambiar a Guido Bellido y a Iber Maraví, por lo menos a ellos. Las simpatías de Bellido por los terroristas, que no es lo mismo que pertenencia, son explícitas y eso es incompatible con la democracia.
La situación del Parlamento es muy compleja y delicada, está entre la espada y la pared. Darle la confianza al gabinete es un pésimo escenario porque se manda un pésimo mensaje al Ejecutivo y a la población, y negársela lo pone al borde de la disolución. De otro lado, así le den la confianza este será un gabinete de corta vida porque en poco tiempo habrá un descubrimiento más grave que hará que el gabinete no dure mucho.
Que le den la confianza no fortalece al Ejecutivo y Castillo queda mal porque deja la percepción de que Vladimir Cerrón logró imponerse.