La presidenta no luce ya su Rolex en la muñeca. Por estos días, Dina Boluarte ha ocultado su costoso reloj y ha escondido también una explicación razonable sobre cómo llegó el lujoso bien a esa muñeca que hoy parece no tener para manejar su complicada situación, ahora agravada por un presunto desbalance patrimonial que se le atribuye. Boluarte ha preferido no hablar. En medio de su silencio los gobernadores regionales han terminado enfrentados, divididos en torno a esta nueva acusación.
Mientras el Consejo Directivo de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales (ANGR) remarcó que las regiones “no respaldarán los actos manchados de ilegalidad y que pongan en peligro la gobernabilidad y estabilidad del país”, a propósito de esta nueva denuncia contra la jefa de Estado, un grueso de autoridades regionales se desmarcó de este pronunciamiento, señalando que este no representa el consenso de los miembros de la ANGR y acusando que “intereses subalternos buscan desestabilizar al país”.
En un comunicado, la directiva de la asamblea que preside Werner Salcedo, gobernador de Cusco, señaló que el presunto desbalance “debe ser materia de una exhaustiva investigación en el Poder Judicial con las consecuencias legales que ella amerite”. La Unidad de Inteligencia Financiera de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) detectó un ingreso millonario en las cuentas bancarias de Boluarte cuyo origen no se ha podido determinar.
Horas después, este pronunciamiento fue cuestionado por 18 gobernadores regionales, entre ellos César Acuña, de La Libertad, y cinco autoridades que integran el propio Consejo Directivo de la ANGR.
NO SABE, SÍ OPINA
Boluarte no habla, pero su premier tampoco sabe qué decir. Gustavo Adrianzén amagó ayer una respuesta sobre el caso de los relojes de Boluarte y tras reiterar que se trata de un ruido político, señaló que la denuncia se encuentra ahora en la Fiscalía y “es allí donde se darán las explicaciones”.
El primer ministro calificó de “inmerecidamente violento y ofensivo” el pronunciamiento de la ANGR ante la situación de la mandataria y no dudó en volver a poner las manos al fuego por ella ante la nueva acusación. “Me parece insólito que se hable de desbalance patrimonial cuando ya se han hecho análisis puntuales del patrimonio de la señora presidenta y no se halló ningún desbalance”, dijo Adrianzén, defendiendo con tenacidad y por segundo día consecutivo a la mandataria.
La explicación del titular de la PCM no convenció en el Congreso y hasta le reclamaron que Boluarte es la que debe dar sus descargos y no él. “La defensa que ha hecho el premier es muy débil, realmente, y creo que no hay manera de justificar”, indicó Fernando Rospigliosi, de Fuerza Popular. “Las respuestas tiene que darlas la misma presidenta, no el premier”, sentenció José Williams, de Avanza País. Para su colega de bancada, Alejandro Cavero, “para evitar la especulación, la propia presidenta debería zanjar el tema”.
