"La población tiene que ser más exigente con su voto y dar valor al poder que tiene. No se debe dejar llevar por frases grandilocuentes o por rostros, sino pensar en las propuestas y antecedentes de los candidatos. Debatir es responsabilidad de todos aquellos que se presentan a una competencia electoral. Por algo se exige que presenten un plan de gobierno.
Los electores sacarán sus conclusiones cuando los candidatos se nieguen a debatir. Será importante que en las pocas semanas que restan para la campaña, que se ha desarrollado fría por otros acontecimientos políticos, hagan un esfuerzo especial por exponer sus propuestas a la población.
Los electores tienen que hacerse tres preguntas fundamentales antes de emitir su voto: si es que las propuestas de los candidatos responden a las necesidades de nuestros distritos, cuáles son sus antecedentes políticos y penales, y quién financia esa campaña electoral.
Estamos casi al término de la contienda y ninguno de ellos ha dicho con qué está financiando su campaña. La mayoría de la población expresa desconfianza hacia los políticos por todos los hechos de corrupción que se han suscitado en los últimos años. Por ello, el mayor voto hasta el momento es el indeciso. En Lima podríamos tener un alcalde que gane con menos del 20% de votos".