Francisco Tudela Van Breugel-Douglas. Ex canciller del Perú (Perú21)
Francisco Tudela Van Breugel-Douglas. Ex canciller del Perú (Perú21)

Los días corren y se mantiene la expectativa de la posible llegada de , presidente de , a Perú en abril, cuando se celebre la Cumbre de las Américas. ¿Es posible impedirle el ingreso al dictador que originó que una gran legión de venezolanos se instale en nuestro país? El ex canciller tiene la respuesta.

En la declaración conjunta del Grupo de Lima, del 13 de febrero, dicen respetar la decisión del Gobierno del Perú de retirar la invitación de Nicolás Maduro a la Cumbre de las Américas. En diplomacia, respetar no es lo mismo que respaldar, ¿cierto?
El comunicado no hace esa sutil diferencia, simplemente creo que el Grupo de Lima endosa la posición peruana de quitar la invitación a Maduro, que no es una persona bienvenida en la cumbre.

¿Esa precisión era necesaria?
No era necesaria, a buen entendedor pocas palabras. El Grupo de Lima respalda esta decisión. La medida fue anunciada conjuntamente con los cancilleres de los demás países, quien expresó esto fue la canciller Cayetana Aljovín porque era la anfitriona.

También se critica que ahora se retire la invitación a Maduro cuando esta fue cursada en noviembre de 2017, momento en que en Venezuela ya existía una dictadura.
Eso es correcto. Yo creo que fue una invitación de rutina porque estas cosas se planean con mucha anticipación y los mecanismos literalmente funcionan solos. Pero cuando Maduro forzó el adelanto de elecciones, este año, para quitarle vista a la oposición excluyendo a una serie de grupos y haciendo fracasar las conversaciones entre el gobierno y la oposición en la República Dominicana, naturalmente la situación empeoró de manera notable. Y entonces había un hecho visible, notable, que era que Venezuela iba directo a elecciones manipuladas, por no decir fraudulentas.

¿La situación de Venezuela en noviembre sí permitía que se invite a Maduro a Perú?
Digamos que todo discurría dentro de los causes tolerantes de la diplomacia. Las cosas que habían ocurrido claro que eran antidemocráticas, pero ya habían sucedido tiempo atrás, y entonces estas invitaciones se cursan a gobiernos de diferentes ideologías, como Bolivia o Argentina. Hay que señalar que Maduro no solo ha atacado al Perú y ha dicho que va a venir acá llueve, truene o relampaguee. Simultáneamente, en esa misma alocución, ha atacado a Mauricio Macri y ha dicho que él, ya que Argentina es presidenta de la Unasur, no convoca a reunión a este organismo porque le tiene miedo a Venezuela.

¿Un problema regional?
Estamos frente a una situación continental, de un gobierno que, junto con el Foro de Sao Paulo, ha sembrado la discordia en el continente de una manera tan profunda como no se había visto desde principios del siglo XIX, desde la época de la emancipación. Mucha responsabilidad cae sobre las espaldas de Lula, de Rousseff, del fallecido Chávez, de Raúl Castro, del fallecido Fidel y de Maduro. Son corresponsables de un conflicto continental.

China, por ejemplo, no tiene un régimen democrático y la canciller Aljovín defiende las relaciones que Perú tiene con ella por que es nuestra principal socia comercial. ¿No es incoherente?
Pero China está en otra región, en la Asia-Pacífico, y por lo tanto sus decisiones afectan a Filipinas, por ejemplo, que ha tenido un juicio con ella en la Corte Internacional de Justicia. Estados Unidos ha trasladado el 70% de su flota al Pacífico norte por el tema chino. O sea, también hay medidas que países democráticos como Japón, Corea del Sur, etcétera, toman respecto a esa amenaza, pero está fuera de nuestra región. Nosotros nos defendemos de nuestras amenazas. En el Foro de Sao Paulo diseñaron una geopolítica de corrupción para América Latina. Estamos en una circunstancia excepcional.

¿No es que existe una distinción del Gobierno entre izquierda y derecha?
No. Lo que existe es una crisis de un grupo de países que bajo el pretexto del bolivarianismo, socialismo del siglo XXI, se han dedicado a llevar a cabo políticas de intervención en nuestros países, sea a través de la corrupción en colusión con grandes empresas o directamente a través de sus aliados políticos o subversivos. Entonces, cuando el Perú reacciona, no lo hace por una cuestión filosófica, sino por la inconducta de Venezuela.

La canciller Aljovín ya reiteró que Maduro no es bienvenido, pero el Gobierno venezolano insiste en que este sí arribará al Perú en abril. ¿Se le puede impedir el ingreso?
Se le puede impedir no dándole el permiso de sobrevuelo. Probablemente la consecuencia de eso sea la ruptura de relaciones diplomáticas con Venezuela.

¿Y qué pasaría si incluso así trata de venir?
Pasará lo que hizo Fidel Castro en Estados Unidos en 1960. Castro declaró a los Estados Unidos enemigo de la humanidad y expropió las empresas americanas en Cuba y, bajo el paraguas de la Asamblea General de las Naciones Unidas, un buen día aterrizó con 40 tipos vestidos de verde oliva en Nueva York y se instaló en un hotel de segunda. La Policía lo seguía, lo rodeaba, y él aprovechó para dar discursos antiamericanos, el presidente Eisenhower no lo invitó a la cena de Estado y, en protesta, Castro hizo una cena para los pobres. Se reunió con Kruschev, con Malcolm X. Esto fue un gran escándalo y Estados Unidos tuvo que soportarlo.

¿Podríamos pasar por eso?
Si el Perú no prohíbe el ingreso del avión de Maduro, habrá una parodia de lo que ocurrió con Castro en Nueva York. Maduro no será invitado a los eventos celebratorios de la cumbre, pero irá a la cumbre a enfrentar al gobierno peruano. La izquierda peruana movilizará gente para aplaudirlo y agudizar la desestabilización que va a traer Maduro, porque evidentemente atacará con todo al presidente Kuczynski.

AUTOFICHA

- “Soy consultor experto en Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales. He sido miembro del Congreso Constituyente de 1993, ministro de Relaciones Exteriores, embajador del Perú ante la ONU, vicepresidente del Perú y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso”.

- “Creo que la canciller Cayetana Aljovín está teniendo un buen desempeño porque es prudente, escucha consejos y definitivamente en su conducción de esta crisis lo ha hecho bien. Esta es una crisis inevitable que es consecuencia de la fundación del Grupo de Lima”.

- “Cuando en Venezuela ya iban hacia un fraude electoral y tomaron las medidas para implementar ese fraude, la Cancillería peruana reaccionó, correctamente desde mi punto de vista. La confrontación, desde la conformación del Grupo de Lima, era inevitable entre Perú y Venezuela”.