Francisco Alarcón. El fiscal que llevó a la cárcel a Félix Moreno. (Jesús Saucedo)
Francisco Alarcón. El fiscal que llevó a la cárcel a Félix Moreno. (Jesús Saucedo)

Mientras sustentaba en el Poder Judicial los alegatos finales de los casos Oquendo y Corpac –que concluyeron con dos sentencias de prisión efectiva para el ex gobernador del Callao –, el fiscal afrontaba pedidos para su remoción del despacho anticorrupción que comanda. No eran los abogados del procesado quienes querían sacarlo, lo más sorprendente es que su propia jefa no lo quería ver ni en pintura en la Fiscalía. Alarcón dice que no se irá porque tiene una meta en el Callao: “Que los chalacos vuelvan a confiar en su Ministerio Público”.

Hace unos años, en el Callao se hablaba de “los fiscales amigos de Félix Moreno”. Hace unas semanas, cuando se leyó la sentencia del ex gobernador, un grupo de chalacos vitoreaba su nombre. ¿Cómo toma ese respaldo ciudadano?
La ciudadanía lo que está diciendo es que está recuperando la confianza en el Ministerio Público del Callao. Detrás de mis sustentos tengo un gran equipo de trabajo que me respalda. Sin embargo, hay un amargo sabor porque no tengo el apoyo de mi superior en esta lucha.

En noviembre de 2018, la fiscal superior Yanet Vizcarra pide que usted deje el cargo. ¿Por qué pasó esto?
Ese documento que señala tiene un sello de muy urgente. Ese pedido lo venía formulando la fiscal superior coordinadora anticorrupción Yanet Vizcarra. Ella insistía, en pleno juicio de Oquendo y Corpac, con mi cese. Si eso sucedía, tenía que venir un colega y en pocos días conocer un caso emblemático. Cuesta entender las razones por las que esta fiscal pedía mi salida en plena batalla. Presentó cinco quejas, se archivaron y ahora solo queda una.

Entonces, ¿lo quieren sacar de la Fiscalía Anticorrupción del Callao?
Tal parece que sí. Después de la sentencia de Oquendo, al día siguiente me planteó, otra vez, ante la coordinación nacional el pedido de mi cese. Cosa extraña, porque ese caso era un punto positivo, después de Oquendo seguía Corpac. Esto resquebraja la unidad que debe existir en esta sede del Ministerio Público.

Pero usted es fiscal titular en Lima, y en el Callao es provisional. Ante estos problemas, ¿no sería mejor regresar?
Yo vengo al Callao por la gestión de Pablo Sánchez. Cuando uno llega a una sede se plantea metas. Esos objetivos los he venido cumpliendo. Considero que hay otras temas que tengo en el despacho para profundizar e investigar. No me quiero aferrar al cargo, sino que tengo otros superiores que tienen confianza en mi persona. Lo curioso es que la propia fiscal Vizcarra fue quien me pidió que venga al Callao. ¿Qué esperaba ella al tenerme acá? He recibido más obstáculos al interior de mi sede que de los abogados de los procesados.

Los abogados de Moreno apelaron y es la fiscal Vizcarra quien deberá defender los fallos en segunda instancia. ¿Qué podemos esperar?
Se entiende que el Ministerio Público mantiene una sola línea en la lucha contra la corrupción. Pero, muchas veces, en la batalla que uno trata de llevar a cabo contra conductas delictuosas hay diferencias entre los que asumimos el compromiso total y los que están indiferentes a ese propósito dentro de la institución. La fiscal Vizcarra es la única fiscal superior anticorrupción del Callao, por eso le toca sustentar la apelación. Tiene que poner el temperamento y reafirmar lo que se ha dicho y ha quedado acreditado en el juicio. Debe dejar de lado el desinterés que mostró por los casos (Oquendo y Corpac) cuando se desarrollaron los juicios. Un resultado desfavorable para el Ministerio Público no tendría explicación alguna.

Ayer, Control Interno le abrió una investigación a la fiscal Vizcarra.
Nosotros no podemos quedarnos callados ante irregularidades de nuestros superiores jerárquicos. Ese camino lo marcó mi colega José Domingo Pérez. Control Interno está dando una señal saludable para que se hagan los correctivos pertinentes.

Félix Moreno sigue prófugo. El ministro del Interior manifestó que no va a subir el monto de la recompensa porque el caso no es una subasta.
Está claro que no es una subasta, pero también es un tema de política contra la criminalidad por parte del Estado. Los que están prófugos de la ley se rodean de gente con un mismo perfil delictivo.

¿El Estado debería aumentar la recompensa por su paradero?
Creo que sí. Las personas que rodean a Moreno no se miden por la lealtad sino por el dinero. Está claro que esto no es una subasta, pero la política de recompensas ha traído resultados. El Estado debería aumentar el incentivo, pero este debe ir acompañado por una labor de inteligencia. La recompensa refuerza el trabajo policial.

El Poder Judicial le impuso una condena de cinco años a Moreno por el caso Oquendo, pero usted ha pedido que se le pongan 11. ¿Cómo va ese trámite?
El tipo penal que yo pedí que se le aplique a Moreno fue colusión. Primero estaba solo con negociación incompatible. Yo pedí que se le impongan 11 años, lo curioso es que el juez solo dictó 5 años. Esto se verá en una audiencia que aún no tiene fecha.

TENGA EN CUENTA

- El Ministerio del Interior ofrece S/20 mil a quien tenga información certera sobre el paradero del ex gobernador Félix Moreno. El titular de la cartera dijo que no subiría el monto porque “el caso no es una subasta”.

- El ex gobernador del Callao ha sido delatado por ex funcionarios de Odebrecht, que señalan haber entregado US$2’400,000 al ahora prófugo como coima por la obra Costa Verde del Callao.

- El abogado de Félix Moreno, Omar Hernández, señaló que es ilógico que su patrocinado entregue dinero para evitar su captura.

- El ‘gato’ –apodo que las unidades de inteligencia estatales usan para la búsqueda de Moreno– lleva 43 días prófugo.