Flor Pablo Medina. Ministra de Educación. (Alessandro Currarino)
Flor Pablo Medina. Ministra de Educación. (Alessandro Currarino)

Con ocasión del , Perú21 conversó con la ministra de Educación, . Haciendo un paréntesis en su agenda, ella nos habló con entusiasmo sobre el trabajo en el sector para mejorar la calidad de la enseñanza, impulsar la innovación pedagógica, pero, sobre todo, reivindicar el rol del maestro en el engranaje educativo a despecho de quienes creen que puede ser reemplazado por un libro.

Pareciera que en nuestra sociedad no todos están convencidos del rol del maestro. La presidenta de la Comisión de Educación, Milagros Salazar, afirma que los maestros son prescindibles si tenemos buenos libros de texto. ¿Qué opinión le merece eso?
Creo que si cada uno busca en su experiencia personal, no solo están los papás, la familia, sino un maestro que ha dejado una huella en su formación. Entonces, puede venir la mejor tecnología, el mejor material educativo de última generación, pero no hay nada que pueda reemplazar a un maestro porque él trabaja con personas, genera un vínculo; el maestro es irreemplazable porque establece esa interacción humana.

¿Cómo entender que siendo el maestro un elemento tan importante en la formación de la ciudadanía no sea remunerado en función a la importancia que tiene? El piso salarial ahora es de 2,600 soles…
La valoración de la carrera docente tiene varios ámbitos, uno de ellos es el remunerativo y hay que seguir haciendo todos los esfuerzos como país para seguir mejorando el poder adquisitivo de los maestros. Pero no solo es el tema económico sino cómo la sociedad ve la función del docente, y ahí tenemos un desafío: darle ese valor social transformador que tiene la carrera. De alguna manera hemos responsabilizado al maestro de todo lo que pasa y tenemos que mirar la responsabilidad de las familias, de los otros servicios. El maestro cumple un rol fundamental, (…) enseña, pero, sobre todo, acompaña en la formación de las personas que queremos que sean nuestros estudiantes, el maestro es ejemplo. La mejor estrategia que puede tener un maestro para enseñar es con el ejemplo, entonces necesitamos que en la sociedad no estemos en situación de culpabilizarlo, victimizarlo ni ponerlo como villano.

Ha señalado que la sociedad ve a veces al maestro casi como un enemigo de la educación y hay esas opiniones de que ellos se oponen a las evaluaciones, exigen derechos, pero no reconocen deberes. ¿Qué ha encontrado usted en ellos?
En los maestros hay un compromiso muy grande con la educación y si hay deficiencias en su formación inicial, es responsabilidad del Estado. Si queremos ciudadanos democráticos, personas formadas integralmente que aprecien la diversidad, que vean la inclusión como parte de la vida cotidiana, ¿cómo hacemos para tener un maestro que tenga esas cualidades y pueda educar a nuestros estudiantes? Tenemos que prepararnos como Estado para dar una mejor oferta formativa a nuestros maestros. Esta semana hemos aprobado el nuevo plan de estudios para los maestros de inicial y primaria, (...) vamos a tener generaciones de maestros en mejores posibilidades de abordar una serie de temas. Otra de las estrategias que estamos trabajando es destinar un fondo de innovación pedagógica para financiar a estos maestros con buenas prácticas. Decías: ‘Se niegan a la evaluación’. Creo que eso es como un estigma que ha quedado. Los maestros se presentan a las evaluaciones, a las ratificaciones, a los ascensos; la carrera es dinámica todos los años y los maestros ya han hecho una apuesta por la meritocracia. Tenemos que seguir mejorando, no hay reforma que se haga y se quede estática.

En mayo fue interpelada por el Congreso por textos escolares que tenían un enlace a una página con contenido no adecuado para menores de edad. ¿Cuál debe ser el rol de la educación básica regular en la educación sexual?
Toda la ola de cuestionamientos ha servido para afirmar la propuesta pedagógica. Nosotros pensamos en la persona integralmente y parte de esa integralidad es la sexualidad que no solamente es la dimensión física de la reproducción, sino que tiene una dimensión sicológica, fisiológica. Tenemos que hablarles a los chicos de sus cambios físicos, hormonales, de sus emociones; y esas cosas no son exclusivas de las familias. Tenemos, como sector Educación, la obligación de generar esos espacios de orientación e información a nuestros estudiantes. (…) Cuando el ministerio plantea propuestas pedagógicas, políticas educativas, no lo hace de manera antojadiza, sino en el marco del respeto a los derechos humanos, a nuestra Constitución, a la Ley General de Educación. Todos esos instrumentos nos sirven como sustento para lo que estamos planteando: una formación integral en la que una parte es hablar de educación sexual y lo vamos a seguir haciendo. (…) Tenemos que seguir con la reforma de llevar una educación más integral porque nuestra convivencia se está haciendo insostenible.

La Sunedu hace una labor de acreditación y a la fecha diez universidades han perdido su licencia. ¿A qué tipo de educación van a acceder los estudiantes de esas universidades que podían cobrar hasta 250 soles mensuales y no van a encontrar otro centro de estudios por ese precio?
En la educación básica hemos crecido en cobertura en todos los niveles: inicial, primaria y secundaria, pero todavía tenemos el desafío de la calidad y en la educación superior también, en tanto forma a futuros profesionales y técnicos. Hemos entrado con fuerza con el tema de la reforma universitaria. Así como en la docencia es la meritocracia, en la educación superior son las condiciones de calidad y ahí hay que cuidar al estudiante. Estamos trabajando en un decreto supremo para ver cómo mejoramos algún mecanismo de compensación cuando este alumno se tenga que trasladar a otra universidad. (…) La Sunedu está acompañando este proceso junto con el Ministerio de Educación y en esa ruta entrarán también los institutos tecnológicos y pedagógicos. Hemos licenciado varios institutos tecnológicos privados, pero este año tenemos una meta: licenciar más de diez institutos públicos porque necesitamos que esas condiciones de calidad no solamente se queden en el mundo universitario, sino también entren al mundo de los técnicos.

Usted nació en un caserío cerca del distrito de San Marcos, provincia de Huari, Áncash. ¿Cómo la ayudó la educación a salir adelante y a llegar adonde está?
Yo soy una convencida de la educación, no solo porque soy profesora. Yo soy fruto de la educación pública. He estudiado en colegio público primaria y secundaria, mi universidad es San Marcos, toda mi formación viene de la educación pública. Vengo de una familia sencilla cuyo gran valor ha sido creer en la educación. He tenido la fortuna, como miles de peruanos, de tener buenos maestros y eso ha marcado mucho mi trayectoria. Creo en la educación como un motor para la transformación para el cambio social y creo que la educación cambia la vida de la gente. (…) Tenemos que trabajar para las zonas de frontera, barrios periféricos, áreas rurales, zonas bilingües, porque la pobreza no puede ser un obstáculo para que alguien logre sus proyectos de vida. La pobreza solo nos exige esforzarnos más, me decía mi profesor de primaria. Para mí, la educación es una razón de vida, es un motor de todo lo que hago.

Perú juega hoy la final de la Copa América después de 44 años. ¿Qué podemos aprender del trabajo de esta selección de fútbol?
Nos están comunicando que, como país, cuando nos unimos, podemos conseguir grandes cosas. Que cuando dejamos de brillar un ratito como individualidades y nuestro brillo contagia al equipo, este puede meter tres goles, y seguro más, y traernos éxitos, no solo de un equipo sino de un país. Creo que ese es el mensaje que nos trae la selección: hay que trabajar en equipo, esforzándonos, hay que sumar fortalezas y talentos para que gane el Perú. (…) Tenemos como país una gran oportunidad y es renovar nuestra educación, nuestra forma de enseñanza. Debemos tener mensajes positivos para nuestros maestros, reconocer el trabajo, no quedarnos con las malas noticias de lo que nos falta –porque efectivamente nos falta y hay que mejorar–. También hay que hacer que esos buenos maestros iluminen a otros; (…) están logrando cosas preciosas, eso hay que visibilizarlo. Nuestro país está mejorando, nuestra educación está mejorando y eso hay que decirlo.

Compromiso. Flor Pablo propugna el respeto a la diversidad. (Jessica Vicente)
Compromiso. Flor Pablo propugna el respeto a la diversidad. (Jessica Vicente)

"TENEMOS QUE VENCER LOS MIEDOS Y HABLAR"

Uno de los temas más polémicos en educación es el enfoque de género. ¿Qué es y qué no es el enfoque de género?
Creo que ha sido bueno que aparezca todo el debate sobre el enfoque de género porque nos da la oportunidad de comunicar que estamos ante un nuevo planteamiento de la educación. (…) Hay mucho debate de grupos que han señalado que esta política puede homosexualizar, hipersexualizar y afortunadamente ya quedó claro que eso es desinformar, que eso no va a ocurrir porque no hay forma de que en la educación los maestros manipulen a ese nivel la personalidad de ninguno de nuestros estudiantes, nadie puede definir la orientación sexual de una persona. (…) En nuestras escuelas hay niños, niñas y adolescentes homosexuales que están sufriendo maltrato y violencia. ¿Qué hacemos con ellos? ¿Los ignoramos, los ocultamos? No podemos quedarnos en silencio. Entonces, lo que hemos dicho es que no puede haber un niño o adolescente que por su orientación sexual sea discriminado; tenemos que tener como educadores, como escuela, una respuesta.

¿Cómo entender que el enfoque de género provoque miedo y rechazo en algunos sectores cuando lo que usted nos describe es más bien respeto y tolerancia?
(…) Para algunos sectores hay un profundo temor y rechazo, por ejemplo, a la homosexualidad. Hay temor de que el solo hecho de hablar les dé un reconocimiento y una visibilidad. (…) Ha sido un sector bastante maltratado, marginado e invisibilizado, hemos preferido no verlos. Entonces, ahora les estamos dando un lugar y tendremos que vencer los miedos, comenzar a hablar e informarnos más.

DATOS

- Flor Pablo Medina asumió la conducción del Ministerio de Educación en marzo último. Tiene más de veinte años de experiencia en puestos de dirección y gestión pública y es natural de Áncash.

- “Soy migrante de primera generación. Vine a Lima a los seis años con toda mi familia y la expectativa de ser maestra. Siempre quise serlo, de repente porque el sueño de mi padre era ser profesor”.

- “La vida me ha ido dando una serie de oportunidades y las he tomado como oportunidades para servir. Creo que la educación cambia la vida de la gente”.