Las principales pruebas que maneja el fiscal Germán Juárez contra el expremier César Villanueva son los contundentes testimonios de los exdirectivos de Odebrecht, Jorge Barata y Eleuberto Martorelli, y del exprocurador del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, Celso Gamarra Roig.
Ayer en audiencia, en la que sustentó su pedido de prisión preventiva, Juárez indicó que, siendo gobernador regional de San Martín, Villanueva recibió US$60 mil por coordinar con Martorelli la irregular adjudicación de la carretera San José de Sisa desde abril de 2008.
El mediador, según su propia versión, fue Gamarra. De acuerdo con el Ministerio Público, Gamarra se ofreció a interceder por Odebrecht con los funcionarios de San Martín para ganar obras.
Y así fue como contactó con Marco Díaz, exgerente del proyecto Huallaga en la referida región. De acuerdo al fiscal, se ofreció a Díaz el 0.3% del valor de la obra a cambio de la adjudicación.
El exfuncionario, con la anuencia de César Villanueva, adecuó las bases de la licitación en favor de la compañía brasileña. Con esa ventaja para la firma, según la investigación, se separó al consorcio competidor pese a que ofrecía una inversión menor (S/89 millones) y se dio por ganador a Odebrecht, que propuso S/109 millones para ejecución.
Haciendo la suma de los tres delitos que se le imputan (aprovechamiento indebido del cargo, colusión y asociación ilícita), Juárez estimó una pena de 19 años de prisión para el expremier de Vizcarra.
TENGA EN CUENTA
- El fiscal desestimó el informe médico presentado por Villanueva, en el que se dice que padece de hipertensión, aneurisma e infarto cerebral.
- Para ello, mostró la foto del día en que el expremier fue capturado: en un restaurante y compartiendo una botella de pisco.