Fernando Tuesta, presidente de la Comisión de Alto Nivel para la Reforma Política. (Perú21)
Fernando Tuesta, presidente de la Comisión de Alto Nivel para la Reforma Política. (Perú21)

Fernando Tuesta preside la Comisión de Alto Nivel para la Reforma Política, que tendrá dos meses para elaborar y proponerle al Ejecutivo iniciativas legislativas en ese campo. Estará al frente de un equipo de prestigiados profesionales. Desde ya, advierte que las reformas no cambiarán de un día a otro la realidad política del país.

¿Cuáles son sus expectativas como titular de la Comisión de Reforma Política?
La expectativa es obviamente grande. Nos sentimos muy complacidos y orgullosos de formar parte de una comisión que trata de presentar propuestas que aterricen en reformas a nivel normativo. Es un reto porque hay mucho que hacer, pero tenemos claro que hay un trabajo anterior que recoger. Hay muchas buenas propuestas en el Congreso, de la sociedad civil, (…) a partir de ahí trazaremos algunas metas dentro del plazo estipulado.

La comisión se reunió el viernes con el presidente Vizcarra y el premier. ¿Qué acuerdos se tomaron?
Nos reunimos a invitación del presidente y del primer ministro. Por primera vez estuvimos juntos y ahí nosotros solos decidimos el nombramiento de la secretaria técnica Ana Neyra y que yo presidiré la comisión. Los aspectos más operativos serán vistos la próxima semana. Lo que queremos es trabajar en equipo porque hay muchas cosas por hacer, pero tenemos que plasmarlo en un listado de prioridades que tenga coherencia, bajo la idea de que la mejor reforma es la que se puede hacer, no aquella que nos puede resultar muy apreciada pero no tiene posibilidad de realizarse.

Solo trabajarán propuestas que puedan concretarse.
Claro, pero el propósito no puede ser tan minimalista de casi mover pocas cosas y no tener el impacto deseado, ni tan maximalista que termina por no hacer nada.

En el debate sobre reformas políticas se ha planteado una nueva Constitución, pero también cambios parciales. ¿Cuál es su postura?
No podría decir cuál es la posición del grupo, pero no creo que vayamos a discutir un tema de tamaña envergadura; tenemos, además, un plazo perentorio de dos meses. Existe un sistema de gobierno, de partidos y otro electoral que se relacionan entre sí; hay muchas cosas por cambiar, pero tenemos que priorizar.

La bicameralidad no prosperó en el referéndum. ¿Será un punto a tratar?
Ese, como otros. Lamentablemente, no prosperó en el referéndum, pero creo que es un tema que probablemente se discuta. Ahora, presentar una propuesta ya va a depender de la comisión.

¿Qué otros temas podrían abordarse? ¿El voto preferencial, la inmunidad parlamentaria?
Estamos abiertos a tocar muchos temas. Los que señala usted son los que el presidente tomó del debate público y son los que han estado en debate: voto preferencial está hace años, inmunidad parlamentaria cada cierto tiempo aparece y ni qué decir de la bicameralidad, (que se toca) hace 25 años; hay toda una historia de discusiones sobre eso.

¿Qué debe esperar la ciudadanía cuando hay el antecedente de comisiones anteriores cuyas conclusiones no se han aplicado?
Nosotros vamos a abordar los temas que, entendemos, son los importantes y pueden formar parte de modificaciones que el Parlamento desarrolle. Las reformas, sean a nivel constitucional o legal, no cambian de un día para otro la realidad política del país. En eso hay que ser muy claros. No podemos ofrecer algo que no se cumple y nadie podría cumplir. Los efectos de la reforma muchas veces uno los observa en el mediano y largo plazo. Además, al lado de las reformas debe actuar el gobierno para poder llevarlas adelante. Si se da más competencias a una institución, se tiene que dotarla de recursos. Si no, no funciona y así se lo hemos señalado al presidente.

¿Y hay un compromiso de su parte en ese sentido?
Sí, eso ha sido claro.

¿Cuál es el objetivo final de la comisión? ¿Elaborar un informe que se traduzca en propuestas legislativas?
Vamos a presentar propuestas legislativas. Esa es, por lo menos, la idea. Cuántas y de qué manera es lo que vamos a discutir. No va a ser un documento con recomendaciones, sino algo más concreto, como hizo la Comisión de Reforma de Justicia que presidió Allan Wagner.

¿Qué rol debería cumplir el Congreso en este proceso de reformas?
Está señalado en la Constitución. Como comisión las presentaremos al Ejecutivo, que valorará si las hace suyas o no, las alcanzará al Parlamento y eso tiene su ruta para convertirlas en leyes.

Las propuestas de reforma sobre justicia aún no son siquiera dictaminadas en Constitución. ¿Le preocupa que el Congreso se ponga de costado en esta tarea?
Tenemos toda la esperanza de que la reforma política pueda ser vista a lo largo del próximo año porque luego viene el límite, en razón de la ley, de que no se pueden modificar las reglas de juego un año antes de una elección. Hay plazos que es necesario observar para el desarrollo del trabajo del Parlamento.

¿La comisión será autónoma? ¿Cuál será su relación con el Poder Ejecutivo?
Es una comisión autónoma en la medida que nosotros nos dotamos de objetivos, métodos, cronogramas, contenidos. Vamos a entregar eso (las propuestas) y se discutirá con el Ejecutivo, pero lo que no hace el Ejecutivo es darnos líneas, temas, exigir propuestas de ningún tipo. Actuaremos con absoluta autonomía.