Familia de la congresista Lucinda Vásquez trabaja en su despacho

Tres sobrinos suyos y una trabajadora vinculada a su hijo laboran en su oficina; además, un extrabajador denuncia presuntos cobros indebidos a tres empleados. 

Fecha de publicación: 12/05/2025 1:29 am
Actualización 12/05/2025 – 2:13

Cuarto Poder ha descubierto que tres sobrinos de la congresista Lucinda Vásquez, del Bloque Magisterial, trabajan en su despacho. Además, su hijo se presenta como trabajador y visita entidades públicas, aunque no está registrado en la planilla del Congreso.

Pero eso no es todo. Una trabajadora cercana a su hijo, que podría ser su pareja, vive con ella y él.

Y como si fuera poco, un extrabajador denuncia presuntos cobros indebidos a tres empleados.

En resumen, una gran parte de la familia de la congresista trabaja en su oficina, que se ha convertido en un verdadero despacho familiar dentro del Congreso.

Cuando fue abordada por un periodista de Cuarto Poder para que diera sus descargos, Lucinda Vásquez intentó negar todo, pero los hechos corroborarían lo evidente.

NIEGA LO EVIDENTE

“¿Usted ha contratado familiares en su despacho?”, le preguntó el reportero a la congresista.

“No, no. Para nada. No, no”, respondió la legisladora.

A continuación, reproducimos parte del diálogo:

Reportero: ¿Los señores Pinchi Pezo? ¿Rengifo Pezo? ¿Quiénes son? ¿Son trabajadores de su despacho?

Congresista: No, no. No es trabajador.

Reportero: Ellos figuran como trabajadores de su despacho.

Congresista: (Se queda callada) Habría que ver.

Reportero: ¿Usted no sabe con quién trabaja?

Congresista: Claro que sí.

La oficina 103 del edificio José Santos Atahualpa no solo funciona como despacho congresal de Lucinda Vásquez, sino también como un despacho familiar dentro del Congreso de la República.

Lo niega, pero Pinchi Pezo Jimmy, quien es coordinador, trabaja en su despacho. Es hijo de Manuel Pinchi Vásquez y nieto de Elsa Vásquez Vela, hermana de la congresista. Este sobrino-nieto no tiene título universitario, pero recibe 3146 soles como remuneración.

No solo su coordinador es familiar, su auxiliar también lo es. Edwar Rengifo Pezo es sobrino-nieto de la parlamentaria. Su padre, Luis Rengifo Vásquez, sobrino directo de Lucinda, ha sido incluido en su declaración jurada y tiene un sueldo de más de 3600 soles mensuales por desempeñarse como auxiliar en el despacho de su tía. Tampoco tiene grado académico registrado en SUNEDU.

Pero hay más. Kenyi Castro Rivas, el tercer sobrino-nieto de la congresista, también trabaja en su despacho. Su madre es Cesit Rivas Vásquez y su abuela Semira Vásquez Vela, hermana de la congresista. Kenyi es bachiller en ingeniería agroindustrial y desde diciembre de 2023 trabaja como técnico en la misma oficina, con una remuneración de 7,200 soles.

Los sobrinos-nietos no pueden ser contratados, ya que son familiares de cuarto grado de consanguineidad, lo cual está prohibido por la ley de nepotismo, según expertos consultados por Cuarto Poder.

SU HIJO SE PRESENTA COMO TRABAJADOR

En otro momento, el periodista le preguntó a la congresista sobre el rol de su hijo en su despacho, ya que él se presenta como trabajador.

«Ninguna, él es arquitecto. No, ninguna», respondió, visiblemente angustiada.

El secreto de la congresista salió a la luz, evidenciando su enojo.

Lucinda Vásquez Vela, representante de la región San Martín, ingresó al Congreso con el partido Perú Libre, pero hoy forma parte del Bloque Magisterial. Lejos de priorizar las necesidades de su región, parece haber enfocado sus esfuerzos en colocar a su círculo cercano en su despacho.

EL HIJO DE LA CONGRESISTA

El hijo de Lucinda Vásquez, Marti Frans Villacorta Vásquez, no figura como trabajador del Congreso, pero actúa como tal. Ha registrado más de 139 visitas al despacho de su madre, y cumple prácticamente un horario laboral.

A pesar de estar inhabilitado por OSCE para contratar con el Estado, sorprende ver sus visitas a instituciones públicas, donde se registra como personal del Congreso. Por ejemplo, en abril de 2024, visitó el Fondo de Desarrollo Pesquero (FONDEPES) y se registró como personal del Congreso.

«¿Por qué su hijo tiene visitas en instituciones y se registra como trabajador del Congreso?», le preguntó Cuarto Poder a la congresista.

“¿Quién ha dicho eso?”, contestó.

Sigue el diálogo:

Reportero: Aquí tengo la prueba, podemos verla.

Congresista: ¿Trabajador en el registro? Están idiotas, están locos.

Reportero: Es usurpación de funciones, él no puede utilizar el nombre del Congreso para visitas públicas. Es totalmente irregular…

TRABAJADORA CERCANA A SU HIJO

El círculo más cercano a la congresista incluye también a una trabajadora vinculada a su hijo.

Todos los días, desde la vivienda de Lucinda Vásquez en el distrito de Santa Rosa, sale una camioneta conducida por su hijo, con Lucinda de copiloto y Milagros Saldaña, técnica del despacho, sentada en la parte trasera. Milagros no solo es cercana a la familia, sino especialmente al hijo de la congresista, quien en ocasiones la traslada únicamente a ella, para asegurar su puntualidad en el despacho.

En la oficina 103 del edificio parlamentario, las irregularidades se acumulan, con secretos que se han mantenido en la sombra y que llevaron a tres trabajadores a renunciar.

Walter Tello, quien fue asesor principal del despacho de la congresista, reveló otro grave hecho.

PRESUNTOS COBROS INDEBIDOS

Periodista: ¿Usted le dio dinero a la congresista?

Tello: Bueno, sí. Efectivamente, no solo yo, sino también dos trabajadores más, renunciamos por una serie de irregularidades, entre ellas el recorte de remuneraciones en diferentes modalidades.

Lucinda Vásquez no solo habría convertido su despacho en un feudo familiar, sino que también habría hecho de sus trabajadores una fuente de ingresos adicionales. Les pedía dinero bajo la promesa de préstamos que nunca devolvía.

El extrabajador entregó chats de WhatsApp con la congresista, los cuales respaldarían su denuncia.

LAS PRUEBAS, LOS CHATS

CHAT 1 (POST)

Trabajador: Muy bien, maestrita, ahorita lo hacemos.
Lucinda: Le envié la cuenta, señor Tello. Comuníqueme. 500, gracias.
Trabajador: Bien, maestrita, te comunico luego de hacer la operación.
(Trabajador envía comprobante – Zoom a los 500 soles)

Cuarto Poder accedió a chats y comprobantes de depósito solicitados por la misma congresista. Transferencias de dinero que iban directamente a las cuentas de sus familiares.

CHAT 2 (POST)

Lucinda: Ahí ta’ ñaña (en referencia al número de cuenta)
Trabajador: Muy bien, maestrita.
Poco después, el trabajador envía una foto del comprobante, 350 soles enviados a Hugo Pinchi Vásquez, el sobrino de la congresista.

«En mi caso era una modalidad de préstamos para depositarse en cuentas de algunos familiares, pero esos montos nunca fueron devueltos. El argumento era que se trataba de un préstamo personal urgente», señaló Tello.

Las «urgencias» eran constantes. En otro chat:

CHAT 3 (POST)

Lucinda: El número de cuenta de Wini Elva Rengifo Pezo.
Trabajador: Ok, maestra. ¿Banco de Crédito, verdad, maestra?
Lucinda: BCP, señor Tello.
Trabajador: Chévere, maestra, ahora le deposito.

A los dos minutos, el trabajador envía un pantallazo de la constancia de 500 soles depositados a Elva Rengifo Pezo, sobrina de la congresista.

Otros comprobantes enviados directamente al WhatsApp de la parlamentaria muestran depósitos a las cuentas de Milagros Saldaña, quien también es cercana al hijo de la congresista. En octubre de 2023, se registraron depósitos de 330 soles y 400 soles.

Tello denuncia que una trabajadora asesora sufrió recortes en su remuneración bajo la orden de la congresista, y que dichos montos fueron depositados en cuentas de familiares, superando los dos mil soles mensuales.

Natalia Vásquez, contratada como Asesora 2 en el despacho de la congresista, entregaba mensualmente más de dos mil soles a un familiar de la congresista que también trabajaba en el despacho: Kenyi Castro Rivas.

A través de un chat, Kenyi envió su número de cuenta y la trabajadora, de inmediato, depositó 2415 soles.

CHAT 6 (POST)

Asesora: Kenyi, ahí te envío lo de mi sueldo.
Kenyi: Gracias, compañera.

La operación se repitió meses después, con depósitos similares.

Según los trabajadores, Lucinda Vásquez no solo usaba su cargo para asegurar el bienestar de su familia, sino también para cargar sobre los empleados los gastos de la parlamentaria durante su semana de representación, mientras que ella guardaba para sí el bono asignado por el Estado.

CHAT 8 (POST)

El 21 de octubre del año pasado, un asesor conversaba con el sobrino de la congresista:

Asesor: Cumpa, le he llamado varias veces a la jefa y suena apagado su teléfono. Por favor, le entregas de mi parte los 1200 diciendo que es el apoyo de todo el despacho.
Sobrino: Está en reunión ahora. Creo que sí está apagado su teléfono. Ya, doctor.
Asesor: Ya, cumpa, ok, le entregas nomás, diciendo que es el apoyo de todo el despacho.

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