Exministros del Interior denuncian uso político de prefecturas y piden su eliminación

Ante la repartija de prefecturas entre militantes de Perú Libre (PL) y de agrupaciones radicales como el Conare-Movadef, denunciada por Perú21, los exministros del Interior Rubén Vargas y Carlos Basombrío plantearon la eliminación de dichas instancias que –denunciaron– se han convertido en la práctica en operadores políticos en favor de la Asamblea Constituyente.

Un informe publicado por este diario reveló que al menos en cinco regiones, el Ministerio del Interior -institución responsable de la designación de estas autoridades- se ha colocado a personajes vinculados al Conare-Movadef, señalado por la Policía como uno de los organismos generados de Sendero Luminoso. Esta situación se registra en Áncash, Lima, Apurímac, Moquegua y Tacna.

En declaraciones a Perú21, el extitular del Interior Rubén Vargas advirtió que las prefecturas han servido siempre como “bolsa de trabajo” para los gobiernos de turno. Bajo la administración de Pedro Castillo, sin embargo, a esa situación se le ha agregado su utilización política para impulsar la Asamblea Constituyente y, en lo inmediato, operar en la campaña para los comicios ediles y regionales de octubre.

“Es decisión y responsabilidad del presidente de la República y del ministro del Interior nombrar a personas con ese perfil, que pertenecen al Movadef, al Conare, a grupos vinculados al grupo terrorista Sendero Luminoso. Yo preguntó, ¿para el Congreso, que tiene entre sus funciones hacer control político, eso no es importante? Estar designando como representantes de la figura presidencial a miembros del brazo político de un grupo terrorista, ¿vamos a normalizar eso? El Congreso tiene que hacer su papel más rápido y no permitir que esta situación aberrante siga escalando y normalizándose”, reclamó.

En ese contexto, Vargas denunció que el Parlamento ha asumido “una actitud exasperantemente pasmosa y flemática” y agregó que, en esta coyuntura, bien haría en eliminar las prefecturas que no le brindan ningún servicio ni beneficio a la ciudadanía. “Están ahí como una bolsa de trabajo y esta vez copados por personajes que simpatizan con grupos extremistas. ¿Por qué nuestros impuestos tienen que financiar a operadores políticos de la extrema izquierda? A veces la democracia es demasiado boba”, criticó.

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BOTÍN PARTIDARIO

Basombrío, en tanto, sostuvo que las prefecturas “no sirven para nada” y añadió que han demostrado ser un “anacronismo” que no tiene “funciones reales”. Recordó que durante su gestión como viceministro y ministro del Interior respectivamente, pudo constatar el altísimo costo que significan para el Estado estas instancias en materia de sueldos de las autoridades, locales, vehículos, etc. y que superaría los S/100 millones.

Al respecto, precisó que no solo se trata de prefectos sino también de subprefectos y gobernadores locales, todos los cuales reciben una remuneración.

“Las prefecturas han sido siempre un botín partidario, ha sido así en todos los gobiernos. En este caso (del gobierno de Pedro Castillo), los que se toman el botín son, por un lado, los de Perú Libre que propugnan la revolución marxista, leninista, comunista, socialista, estilo cubano, y, por el otro lado, el Movadef que es un remanente de Sendero Luminoso; eso es muy peligroso. (...) Es una institución que no sirve para nada positivo pero que usada para propósitos desestabilizadores del país sí tiene un impacto muy grande”, acotó.

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