Jose Luis Gil, ex director de la Digimin.
Jose Luis Gil, ex director de la Digimin.

El segundo hombre de Inteligencia más importante del país renunció a su cargo. La salida del comandante de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio del Interior (Digimin) estuvo motivada por los cuestionamientos de un programa de noticias porque dispuso que uno de sus agentes resguarde la seguridad de su familia.

Perú21 accedió a dos informes de contrainteligencia que evaluaron los riesgos que corría Gil por la naturaleza de su trabajo y recomendaron “extremar sus medidas de seguridad" por altos riesgos contra él y su familia.

El más reciente documento es del 2 de octubre de 2019 y concluye que “los riesgos relacionados a la seguridad del Director General de Inteligencia Mininter en el domicilio y las rutas de su desplazamiento son de nivel alto”.

Se detalla que las ubicaciones adyacentes a su domicilio pueden ser usados por personas u organizaciones para realizar reglajes y conocer las actividades de Gil, de su familia y del personal de seguridad.

Informe de contrainteligencia sobre riesgos de seguridad de José Luis Gil.
Informe de contrainteligencia sobre riesgos de seguridad de José Luis Gil.
Conclusiones y recomendaciones sobre la seguridad de José Luis Gil.
Conclusiones y recomendaciones sobre la seguridad de José Luis Gil.

Pero esa no fue la única advertencia que recibió el exdirector de la Digimin, ya desde noviembre de 2018, otro informe de contrainteligencia indicó que existían puntos vulnerables que también podían ser utilizados para reglarlo a él y a su familia.

Informe de contrainteligencia de 2018 sobre riesgos de José Luis Gil.
Informe de contrainteligencia de 2018 sobre riesgos de José Luis Gil.
Conclusiones de informe de contrainteligencia del 2018.
Conclusiones de informe de contrainteligencia del 2018.

Este diario se comunicó con el comandante Gil y confirmó que dispuso a un agente para que resguarde a su esposa e hijo, indicó que también tuvo que mudarse de domicilio como medida de prevención.

“Mi trabajo no era una actividad privada, entonces, ¿por qué contrataría a personal privado para un trabajo que proviene de la responsabilidad de un servicio que yo daba de seguridad al Estado? Mi puesto no era algo de lujo, ni administrativo, era un puesto estratégico y altamente peligroso”, comentó Gil a Perú21.