Allan Wagner (Perú21)
Allan Wagner (Perú21)

Para , ex ministro de y actual presidente de la asociación civil Transparencia, no es fácil hablar del pedido de asilo de Alan García a Uruguay. Son amigos. No obstante, afirma que el amparo solicitado por el ex mandatario es “lamentable” y le envía una señal “poco constructiva a la población”.

¿Qué mensaje, a nivel ético, le da a la población este pedido de asilo del ex presidente Alan García?
(Silencio) Yo creo que es deber de todos los ciudadanos regirnos por el Estado de derecho y eso significa colaborar con la administración de justicia, cosa que el ex presidente venía haciendo. Al negarse a seguir ese conducto y optar por el asilo, envía una señal poco constructiva a la ciudadanía; sobre todo tratándose de un ex mandatario que ejerció esa alta magistratura en dos periodos. Por eso es lamentable que haya optado por esa vía…

Me da la impresión de que le es difícil pronunciarse sobre este tema. Usted ha sido su ministro, entiendo que son amigos, ¿lo desconcierta esta decisión?
Le confieso que sí me desconcertó. En efecto, a raíz de que él me llamó, primero para ser canciller y años después ministro de Defensa, entre nosotros se desarrolló una amistad. (…) Esto para mí constituye una carga emocional importante, pero no impide que deba lamentar este paso que ha dado el ex presidente García.

Él dijo que se allanaba al impedimento de salida del país y después pidió asilo.
Eso es parte de la sorpresa que ha causado esta decisión, porque cuando el fiscal solicitó el impedimento de salida del país y el juez estableció la medida por 18 meses, él dijo que se allanaba, que no había problema y súbitamente nos enteramos que solicitó asilo.

¿Lo ha decepcionado?
Diría que yo continuaba confiando en su inocencia y me apena que esto no lo pueda comprobar a través del proceso que está en marcha. Si bien el asilo no interrumpe el proceso, de alguna manera genera una situación distinta.

¿Confía aún en que es inocente?
Hasta que no se pruebe lo contrario, las personas son inocentes.

Pero es una mala señal pedir asilo y no enfrentar a la justicia.
Exactamente, es una señal que desconcierta.

¿En el Perú hay persecución política como él alega?
Es evidente que no existe persecución política. Puede haber opiniones sobre la manera como los encargados de administrar justicia están cumpliendo su deber, pero lo que están haciendo lo hacen libremente porque consideran que es la manera de cumplir con su deber; no existe ninguna interferencia, eso queda claro.

¿Afecta este hecho la percepción internacional sobre el orden democrático que hay en nuestro país?
No creo, en absoluto. Precisamente, el hecho de que se cumpla con un tratado es una demostración de respeto al derecho internacional y en eso el Perú tiene larga trayectoria de cumplimiento.

No es la primera vez que García recurre al asilo.
Las circunstancias son diferentes. En la oportunidad anterior hubo un golpe de Estado, él estaba siendo perseguido, su vida peligraba y en ese sentido el asilo era el recurso indispensable para poder salvar su vida. Hoy no es esa la situación, por eso la decisión es desconcertante.

¿Cree que es el fin de su carrera política?
Dicen que los políticos nunca se retiran, creo que eso es avanzar demasiado. En todo caso, primero vamos a ver cómo termina el caso.

Queda claro que nadie tiene corona; ni un ex presidente, ni un político, ni un ciudadano.
Y que nadie está por encima de la ley.

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