Fue salvado. La Comisión de Ética mandó ayer al archivo dos denuncias graves contra el presidente del Congreso. La primera, por haber contratado a su cuñada, hermana de la madre de su hijo, Yeshira Peralta, durante casi dos años en su despacho; y la segunda, por presuntamente haber pedido aportes a tres trabajadores suyos para que actúen como troles y critiquen, en las redes sociales, a otros legisladores de su región Cusco.
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El resultado de la primera votación, por presunto nepotismo por la contratación de su cuñada, fue de ocho votos a favor, uno en contra y cinco abstenciones. El informe técnico recomendaba que no se le investigue.
La comisión pidió la opinión técnica al Congreso y la Contraloría para determinar si es que hubo el presunto delito de nepotismo. Tres informes elaborados por el Legislativo —dos del área legal y otro de la oficina de asuntos laborales— concluyeron que no habría cometido ese delito. Un cuarto informe, de la Contraloría, opinó lo mismo.
En la segunda denuncia, por el presunto pedido de aportes a tres trabajadores suyos para que actúen como troles para defenderlo en las redes sociales, se decidió por mayoría —con seis votos a favor y ocho en contra— que el informe, que recomendaba que sea investigado, sea enviado al archivo.
CON LAS JUSTAS
El titular del Parlamento, finalmente, solo será investigado por la tercera y última denuncia en su contra, por haber presuntamente apoyado la Ley 31751 que modificó los plazos de prescripción, para beneficio propio, con la finalidad de evadir el juzgamiento.
El informe técnico de ese caso recomendaba que sea investigado, pero en la votación hubo empate con siete votos a favor y otros siete en contra. Entonces, el presidente de la comisión, Diego Bazán, resolvió con su voto dirimente que sea procesado por este caso.